El empresario de la Monumental Plaza de Toros México ha decidido reabrir el coso de Insurgentes… ha hecho bien, el estar enfrentando a las autoridades como mero deporte, sólo puede continuar acrecentando el distanciamiento, y la lamentable decisión de la Jefatura de Gobierno, de no apoyar a la Fiesta en la Ciudad de México.
Bien por la la reapertura, habrá que conseguir mecanismos para el entendimiento
En la realidad, lo que le molestó al empresario fueron los continuos errores de los jueces, en lo que a la concesión de orejas se refiere; lo conducente sería que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrad, designara a personas que conozcan el entorno legal y la tradición, en su evolución, a través de los años de la Fiesta Taurina.
Pero… ¡sí!, pero.
Existe una Comisión Taurina tan inútil por su inexistencia, ya que en la realidad casi nada ha podido concretar con relación a las responsabilidades que le exige tanto la Ley para la Celebración de Espectáculos en la Ciudad de México, así como en lo delimitado por el Reglamento Taurino.
Desde siempre quedó claro a todos que... el cierre de La México, fue la decisión única y exclusiva del gerente de la gran plaza, en la que nada tuvo que ver la autoridad, a pesar de que algunos intentaron desvirtuar la verdad.
Había motivos para protestar contra la autoridad... sí, pero se debieron haber conducido por el cause legal, y no provocar unilateralmente el cierre del monumental coso.
Si, como ya se ha señalado, se entiende que se tiene y debe perfeccionar tanto la Ley como el Reglamento Taurino vigente, y se requiere por ello, que se conforme una Comisión Taurina más ilustrada y comprometida con relación al momento histórico que está viviendo la Fiesta Taurina Mexicana, que en verdad busque el beneficio del espectáculo taurino, la dignificación del mismo, y no sólo el maravilloso escaparate que representa salir en los medios de comunicación, y presumir sobre esto.
Igualmente, se requiere que la empresa sea más abierta, respetuosa y paciente, para entender que todos los que vivimos en México –y en el mundo en general- tenemos que respetar irrestrictamente el marco jurídico, legal y social, y que por esto mismo, no pueden ser relevados de tan fundamental responsabilidad.
Teniendo una Comisión Taurina seria, responsable y con actos de inteligentes, y una empresa respetuosa y comprometida para cumplir lo que se promete, todo irá para buen puerto.
Si se promete una corrida de toros… justamente eso se tiene y debe presentar, así como apoyar a toda esa cantera de jóvenes mexicanos, que están ahora mismo demostrando su valía; con todo esto, es muy probable que la Plaza México recupere todo su esplendor en poco tiempo, pero esto es el reto del señor empresario.
Ojalá y así sea.