No ha estado nada mal la convocatoria a la unidad taurina nacional que ha lanzado el aguerrido empresario de la Monumental Plaza de Toros México, con el fin de que todos los sectores (empresarios, toreros, ganaderos, subalternos y prensa especializada) se unan en una cruzada con el fin de apoyar al resurgimiento de la Fiesta Taurina Mexicana.  El Plan Herrerías Con esta estrategia que desde este jueves lleva el nombre del Plan Herrerías, se pretende fortalecer a todos aquellos jóvenes toreros, que han demostrado sólidos argumentos, y que, por lógica, pueden dar nuevo vigor y un aire renovador a nuestra vilipendiada Fiesta, si y sólo sí, los demás empresarios de la geografía taurina mexicana, deciden darles puntual seguimiento, logrando combinaciones interesantes en cada uno de los cosos en donde organicen festejos.El llamado comedido y primordial del Plan Herrerías es -se entiende y está bien que así sea- para Espectáculos Taurinos de México, ya que esta organización, poseen después de la Monumental Plaza de Toros México, los cosos más emblemáticos del país, y nadie duda que se unan a este excelente petición de unidad, con el fin de conseguir, fundamentalmente, una Fiesta independiente, fortaleciendo a los jóvenes toreros nacionales, que puedan contender no sólo en México sino en el extranjero, como ocurrió en épocas pretéritas, en donde hubo inobjetable gloria torera.  Seguramente aceptarán la invitación porque tienen argumentos
Toreros mexicanos que enfrenten a sus similares nacionales y extranjeros en México, y que por su calidad sean exportables, y den lustre a la tauromaquia nacional allende nuestra frontera. Y, porque además, ahora mismo la cantera de jóvenes toreros mexicanos, justamente destaca por los notorios y sólidos argumentos que detentan, concediendo variedad a través de la maravillosa capacidad imaginativa de cada muchacho.Está muy bien que en Aguascalientes, Guadalajara, Monterrey, etcétera, se apoye a los toreros que la propia empresa ha formado; no obstante, para darle más atractivo a sus temporadas y ferias, y para que el público decida asistir, se requiere lo que la rivalidad otorga a través del enfrentamiento entre todos los toreros de diferente estilo, porque de pronto, la monotonía de ver lo mismo en todas partes, conduce al público a lo anodino, y cae en el propio desinterés.Sin embargo, la responsabilidad no sólo recae en la Plaza México y en Espectáculos Taurinos de México, sino igualmente en todos aquellos empresarios, que se han dado a la maravillosa tarea de organizar festejos en las demás plazas de la provincia mexicana; si todos en conjunto entienden de esta inmejorable oportunidad para recobrar nuestra amada Fiesta, en menos tiempo del que se pudiera suponer, veremos el luminoso resurgimiento de la Fiesta Taurina Mexicana.La invitación está hecha, y por supuesto que estaremos al pendiente de quienes no sólo admitan el reto, sino de sus propuestas. |
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