inicio / opinion y toros
 
   
   
Inicio
Editorial
Opinión
División de Opiniones
El Arte del Rejoneo
Reportajes
Mano a Mano
Tribunas
Noticias
San Isidro
Enlaces
Novedad Quiénes somos
Buscador OyT
   
 
Previsión del tiempo para MADRID
 
 
Gracias por seguir con nosotros

Pla Ventura  
  España [ 01/06/2004 ]  
EL CIRCO.

 

  Todavía, gracias al circo, podemos comprobar con ojos estupefactos, que siguen quedando gentes distintas al resto de los mortales y, éstos no son otros que los hombres y mujeres del  circo. Y, con fortuna para mi, todo esto, me lo recordaron los hombres y mujeres del circo Queirós que, hace unas fechas tuve la dicha de contemplar. Éste, o cualquier circo, en los tiempos que vivimos, para mí, estas personas, me merecen un respeto imponente. Pensar que, unas personas, en el sigo XXI, hacen, de la trashumancia, un modo de vida, ello me parece admirable.

  Es curioso el elenco de gentes que conforman un circo. Aplicándoles uno de nuestros refranes, “Dios los cría y ellos se juntan” Y nada es más cierto. “¿De donde son ustedes? Les pregunté. “Del mundo, amigo” me respondió uno de los componentes. Pensemos que, ahora, cuando todos buscamos la comodidad en todos los sectores de nuestra existencia, ellos, los cirquences, siguen viviendo en su mundo tan particular que, con toda seguridad, allí no cabemos los demás. Y no lo digo en el sentido de las mil y una habilidades que se necesitan para la profesión. El sólo hecho de pensar que, cada día, para ellos, es una total aventura, esto es patrimonio suficiente para admirarles; ellos saben que, cada día, los gastos, los tienen asegurados; esa losa, seguirá pesando día tras día y, lo ingresos, eso siempre será cuestión de lo que tenga deparado la Providencia.

  Me temo que, la propia grandeza del circo estriba, por encima de todo, en haber creado una gran familia y ser capaces de convivir juntos; ellos conocen el mundo, pero no a sus gentes. No tienen amigos; ellos son sus propios amigos, sus hermanos, sus padres y hermanos. Fascina, entre ellos, su capacidad  para el trabajo, don admirable que, con toda seguridad, deberíamos de aprender. ¿El ocio? Eso, los desconocen. Apenas queda tiempo para rezar, confesaba uno de los artistas. Todos, juntos y sin distinción, son amos y señores; esclavos y serviles; pero es su mundo y, de ahí, nadie les apeará. No tienen morriña por el mundo exterior; les basta y le sobra su propia convivencia. El mundo es su casa, su propia morada y, como ellos dijeron, los habitantes del planeta, todos, sin distinción, son sus hermanos.

  Viven por y para el arte aunque, su mayor grandeza, sin lugar a dudas, estriba en su capacidad para el trabajo; nada les arredra. Porque hay mucha tarea. ¿Se imagina alguien lo que pueda suponer un traslado casi semanal de un lugar para otro con carpas, camiones, fieras y todo lo que un circo comporta? Tremendo. Pero cierto. Y no les pesa, que es lo más importante. Jamás he visto a un artista del circo quejarse. Aparecen en escena dando la mejor imagen; toda gloria y, las miserias quedan escondidas en un rincón trasero de la carpa. Siempre huelen a polvo. Pero todo esto, claro está, forma parte de esa singular forma de vida que, otros, de alguna manera, hasta podríamos soñar, pero nunca alcanzar. No son normales; nadie, en el circo, se le puede considerar un “cualquiera”. El que vende los boletos de la rifa en el intermedio, previamente, o después, hace un número espléndido jugándose la vida encima de un alambre. El que hace veinte años era el fumnibulista, ahora es el payaso de turno. La muchacha que vende las entradas, en el intermedio, hace juegos malabares para disfrute de todos; los chóferes, como es notorio, son también artistas; todos, dentro de un circo, tienen que tener alma de artistas, y de locos, porque de otra manera, jamás se podría entender.

  En el circo, como pude comprobar, el dinero, apenas tiene importancia. Obviamente, les preocupa saldar los gastos que, son muchos, claro está; pero una vez éstos cubiertos, lo demás, poco les interesa. Esa noche cenarán todos juntos y, mañana, Dios dirá. Les preocupa hacer las cosas bien; sentir el aplauso de las gentes y, ante todo, al marchar del pueblo o ciudad, que haya quedado un buen sabor de boca. En esta ocasión, argentinos, franceses, rumanos, españoles e italianos, todos ellos, juntos, han conformado un circo admirable que, como se demuestra, son la admiración por allí por donde van.

  Me quedo con la magia que desprende el circo; guardo para mí, ese recuerdo fascinante de unas personas que, del nomadismo y del arte, han sido capaces de construir una forma de vida. Sin lugar a dudas, lección que guardaré en lo más profundo de mi corazón.

 

  haznos tu página de inicio   
 
EL FINAL DE UNA ETAPA
LLEGAMOS A DONDE QUISIMOS. PUNTO Y SEGUIDO
ETERNAMENTE… GRACIAS
Op. / Castro
Editorial del Mes
Op. / Plá
EL FINAL DE UNA ETAPA
LLEGAMOS A DONDE QUISIMOS. PUNTO Y SEGUIDO
ETERNAMENTE… GRACIAS
 
D. MÁXIMO GARCÍA PADRÓS: El Ángel de la Guarda de los toreros
¿QUÉ HA SIDO LO MEJOR DE LA TEMPORADA 2018?
LA FERIA QUE LO CAMBIA TODO
Mano a mano
Div. Opiniones
Reportajes
D. MÁXIMO GARCÍA PADRÓS: El Ángel de la ...
¿QUÉ HA SIDO LO MEJOR DE LA TEMPORADA 2018?
LA FERIA QUE LO CAMBIA TODO
 
TOROS EN QUITO: DE MAL EN PEOR /
UNA ETAPA MÁS /
NO VALE RENDIRSE /
Op. / Ecuador
Op. / España
Op. / Venezuela
TOROS EN QUITO: DE MAL EN PEOR
UNA ETAPA MÁS
NO VALE RENDIRSE
TODAS LAS NOTICIAS DE CADA PAÍS
España   Francia   Portugal   Colombia   México   Ecuador   Perú   Venezuela 
 
Oyt en Facebook
 
Oyt en Twitter
 
 
     
 
 
 
     
escucha el pasodoble  
 
 
   
  opinionytoros.com  
© diseño web BIT FACTORY, S.L.
Antolín Castro Luis Pla Ventura