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La corrida de Escolar ha resultado un tanto confusa, como con intenciones ocultas y aunque sin ser la típica de alimañas, no ha sido fácil de torear. Ya de apertura, el que abría plaza le plantó las patas delante a Castaño y rajó su taleguilla como si de papel se fumar se tratara. Fue un toro que tuvo su cosa en el pitón derecho por donde el torero anduvo colocado y solvente pero las cosas con la espada se pusieron complicadas y terminó haciendo al toro guardia.
Javier Castaño: Silencio y cogida
Emilio de Justo: oreja y silencio
Gonzalo Caballero: Silencio y silencio.  Foto archivo Emilio de Justo, que busca su sitio después de diez años en los que casi no ha pisado los ruedos españoles cortó una oreja a su primero y pudo hacer lo propio con el quinto de la tarde. Pero como a su compañero, la espada se le puso cuesta arriba. La lidia de ese quinto fue lo más vistoso de la tarde, después de sobar por abajo y doblado salió una serie de naturales de uno en uno pero muy encajado, de buen trazo. Cerró con muletazos estilosos, y lo que tenía que ser no fue.
Caballero se encontró con toros que salían del embroque con la cabeza perdida, mirando a algún sitio raro. No tuvo oportunidad.
Parte facultativo de Javier Castaño: Ha sido intervenido de una herida de aproximadamente 20 cm. en la fosa iliaca derecha que afecta piel y otros 5 centímetros en profundidad, con afectación de oblícuo mayor y menor, con atricción muscular, estando el músculo transverso íntegro y sin penetrar en cavidad abdominal. Pronóstico grave. Trasladado al Complejo Hospitalario de Navarra’.
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