En el recuerdo la muerte de "Joselito" en Talavera y no pudo ser mejor homenaje que ver Las Ventas con el cartel de "No hay billetes" y una buena tarde de toros, función que tuvo contenido.
Afortunadamente no se cumplió el manido "Corrida de expectación…corrida de decepción"
Variedad en el encierro de Núñez del Cuvillo, de buenas hechuras, algunos frágiles, de cristal y sin fondo, pero sin embargo otros sacaron raza y nobleza, ofreciendo opciones para el triunfo de los toreros. Corrida para buenas manos.
Importante actuación de Talavante, capaz de todo, dejó escapar la puerta grande por marrar con los aceros en el que cerraba plaza
Tres tauromaquias diferentes, cada diestro jugó sus bazas.
Torero en sazón, pleno de madurez un reinventado Antonio Ferrera. El extremeño manejó a la perfección los tiempos, las distancias y las alturas. Un gusto verle, esto también es pureza, y naturalidad, aquella que a veces se confunde en las faenas de atragantones, con exceso de testosterona.
Manzanares firmó momentos de empaque y elegancia, aunque le faltara rotundidad.

Talavante al natural. Foto: Plaza1
Desatado y rampante Talavante, mágico, de los pocos toreros capaz de poner la plaza boca abajo con un par de tandas, ajeno a clichés y patrones de faenas de tanta corrección técnica como predecibles. Volvió a tocar con las yemas el cielo de Las Ventas!
¡Mereció la pena!