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Con menos de media entrada en la Plaza de Toros de Puertollano en tarde calurosa se han lidiado toros de Torrehandilla y Torreherberos de justa presencia y con las fuerzas justas. El mejor el tercero bis, de nombre “Trampero” fue premiado con la vuelta al ruedo.
David Fandila “El Fandi”, oreja en ambos
Daniel Luque, dos orejas y ovación con saludos
López Simón, dos orejas y rabo y dos orejas.
 La terna en hombros Llegó una de las primeras citas de la temporada que se preveía en su arranque inicial muy próspera pero por la climatología se convirtió en una auténtica “lluvia” de suspensiones. Afortunadamente, hoy en Puertollano ha hecho una tarde calurosa y un sol de justicia que invitaba a vivir una entretenida tarde de toros. Buena y valiente la apuesta de la empresa de hermanos Lillo con un cartel con toreros de corte diferente y que generaban interés tanto al gran público como a los más aficionados, del mismo modo, acertadísima la decisión de dejar entrar gratis a los menores de catorce años, así se hace afición. Detalles que hay que cuidar fueron la no presencia de alguacilillo en una plaza de la categoría de Puertollano para entregar los trofeos y el reloj de la plaza que sus agujas parecían algo perdidas marcando horas casi canarias.
La tarde resultó entretenida pese al poco juego de los de Torrehandilla que se enfrentaron a la voluntad del Fandi, al arrebato y a los detalles artísticos de Luque y el buen toreo de López Simón.
 El Fandi por manoletinas El Fandi reaparecía en el coso de la ciudad minera tras la cornada de Sevilla del pasado miércoles y lo hacía con poca fortuna porque pechó con el peor lote. Su primero evidenció su falta de fuerza con las primeras verónicas solo un picotazo con el que se pasó a un tercio de banderillas, simplemente correcto. El astado no mejoró en la muleta y pese a la insistencia y voluntad del granadino la faena no remontó por la poca fuerza y empuje del de Torrehandilla. Paseó una oreja tras pinchazo y estocada desprendida.
Con el cuarto si protagonizó El Fandi un tercio de banderillas más lucido más en la línea del diestro. Comenzó de manera vibrante de rodillas pero todo quedó en fuegos de artificio porque el toro se quedó muy parado y la faena no alcanzó altos vuelos, con todo cortó una oreja tras estocada desprendida.
 Daniel Luque toreando al natural Daniel Luque a su primero le corrió y bajo la mano con gusto y dejó detalles de calado artístico, pasó después al toreo de cercanías en terrenos de tablas cuando al toro se le acabó el fuelle demasiado pronto. Revalidó su actuación de pellizcos y arrebatos artísticos con una estocada hasta la yema cortando dos orejas.
Con el quinto ocurrió algo similar dejó detalles de vistosidad aunque debido a la condición del animal no con la continuidad que deseáramos. Perdió los trofeos por el fallo con el verduguillo quedando reducido su premio a una ovación con saludos.
 Desplante de López Simón, triunfador de la tarde López Simón volvió a sorprender con su naturalidad, con esa aparente fragilidad y sencillez que hacen de este torero, un diestro con una personalidad propia y muy marcada. Se sintió a gusto con todo el público y la suerte estuvo en su mano en el lote que le correspondió en suerte.
Cortó los máximos trofeos a su primero, un sobrero, premiado con la vuelta al ruedo y al que incluso se le pidió el indulto. El toro fue todo bondad en sus embestidas y el de Barajas lo aprovechó a la perfección, hizo lo que quiso con él, paró, mandó, templó, lo aguantó estoicamente quedándose muy quieto y llegando a los tendidos de Puertollano por esa enorme entrega. Tras estocada fulminante cortó un rabo y se premió al toro con la vuelta al ruedo, López Simón aplaudió al toro con fuerza.
Con el que cerró el festejo al que desorejó, López Simón volvió por sus fueros. Pisando terrenos comprometidos y tragando mucho. Tuvo al público pendiente en todo momento de la evolución de la faena. Al borde de la voltereta en más de una ocasión el diestro mostró ese valor frío que roza muchas veces la temeridad, firmando así otra gran faena de arte y de valor. El buen toreo de la tarde recaló, sin duda, en las muñecas de Alberto López Simón.
Fotos: Teresa Torres
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