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La ficha del festejo.
El enfado del respetable fue mayúsculo. Las broncas
a los primorosos, pero vacíos toros (Toros-toros) de Xajay, también. Y es que, aunque la afición parezca ausente del
coso, existe y está consciente de lo que ocurre en el mundo taurino. Por eso,
esta corrida del hierro de don Javier
Sordo Madaleno Bringas no era una más, sino que era su primer festejo como
empresario del gran embudo, lo que implica una gran responsabilidad agregada,
que la afición se encargó de acentuar con cierta hostilidad, que desembocó en
sonoras broncas. En los sitios más oscuros de nuestra fiesta brava, más de uno
se complace por estas vicisitudes, y alguno que otro seguro que hasta se
sentirá reivindicado mientras maquina su reaparición pública. Esa no es la
posición de quien esto escribe, y me congratulo porque aquellos nunca volverán. Sin
embargo, Tauroplaza México debe
analizar con mucho profesionalismo qué está pasando para entender mejor las
necesidades y exigencias de la afición capitalina. El aspecto ganadero es otro cantar. Por seriedad no
quedó: mandaron un corridón de toros hecho y derecho, quizás con el único
pecadillo de desembarcarla apenas la noche anterior, lo que en alguna medida
pudo afectar a los toros. Ni modo, los
empadres no han funcionado, y el resultado está a la vista. Pero, a
diferencia de la fábrica de ovejas que lidió el sábado, Xajay es una ganadería muy rescatable, con sangre originaria de
abolengo y un refresco muy interesante que ya produjo un toro indultado, y seguramente
superará este bache. Sin embargo, por ahora, será mejor qué mediten mucho antes
de venir a México.  Volvió el Toro. Seguimos en espera de la bravura En lo que respecta a los toreros, los gallos
americanos protagonizaron un festejo en el que fue por momentos fue mucho más
interesante ver la reacción del público ante sus propuestas que la propia lidia.
El primer espada fue el aguascalentense Joselito
Adame, torero que, tras destaparse en una revelación esplendorosa, ha
tenido dificultades para definirse y tomar la línea que lo mantenga en un
puesto de privilegio entre los toreros nacionales. Su lote se conformó por Martino –n. 110, 512 kg.-, precioso
cárdeno claro, Don Pepe –n. 104, 492
kg.-, aldinegro menos bello que todos sus hermanos, y Sesentero –n. 60, 543 kg.-, un imponente negro bragado.
 Adame se gustó por lances abriendo plaza Solo con el primero de la tarde se acomodó Adame,
comenzando con un muy buen recibo por lances. Después, tras una lucida labor con
los palitroques de Gustavo Campos, Adame planteó un trasteo estructurado,
correcto, con ligazón y lucimiento. Entendió bien los terrenos, las distancias,
y los toques que exigía un toro quedadito pero fijo, y de mucha calidad en la
embestida. El toreo del hidrocálido lució especialmente por la mano izquierda,
en la que logró muletazos sabrosos, y en los pases de pecho, que contrastaron
con los toreros remates por debajo que instrumentó en su primera parte de la
faena. Sin embargo, a Joselito le falta cierto reposo, necesita bajarle a las
revoluciones y estar más asentado en el ruedo. Esa misma revolución lo hizo tocar
al toro para tirarse a matar recibiendo cuando este estaba en movimiento. En
consecuencia, dejó un bajonazo que emborronó su labor.
Con el tercero, un toro manso con alguna lidia por
ahí, firmó una actuación anodina que le recriminó la concurrencia. Mató con
otro bajonazo y se retiró entre pitos. El quinto, un toro precioso, no ofreció
ninguna posibilidad y se llevó una gran bronca en el arrastre. Mientras cruzaba
el anillo de vuelta a la puerta de cuadrillas, se desató una marcada división
de opiniones que quizás sea la primera muestra de dureza que siente en plazas
mexicanas. La exigencia de los públicos nunca le vendrá mal a un torero que se
encuentra ante el gran reto de ser una figura en ciernes.  El torero mexicano por naturales con el mismo toro Andrés Roca Rey levantó polémica en el coso de Mixcoac. Con el
segundo de la tarde, Tonelo –n. 52,
501 kg.-, dejó patente su valor a toda prueba en un buen quite por caleserinas
rematado con una larga tras un buen puyazo de Jorge Morales, seguido de una temeraria labor de muleta. Inició su faena con
pases de rodillas de auténtico impacto, que incluyó un escalofriante achuchón
casi pegado a tablas, en el que estuvo en el suelo a merced del toro. El resto
de la faena fue un trasteo de mucho aguante a media altura, haciendo gala de
recursos ante un animal soso y suave de respetable catadura, que sin embargo le
sacó varios sustos a la gente en los tendidos, pero no a él.
 Roca Rey, impacto El tremendismo no es un estilo de toreo que guste en
la Plaza México, que tan pronto como se volvió a poner de rodillas tras el
momento de peligro comenzó a dividirse, y que hacia el final de la faena ya
estaba completamente polarizada en una marcada división de opiniones. Esto
genera pasión, y redunda en beneficios para todos: para el espectáculo, para el
interés en la tauromaquia, y, en teoría, para el propio torero. Sin embargo, si
éste no logra hacerse de partidarios firmes, las palmas serán cada vez menos, y
será muy complicado enmendar. Ahí, pues, está un buen reto para el peruano, la
plaza que no ha conquistado y que observaba de arriba a abajo mientras partía
plaza como con ganas de devorársela: la Plaza México.
 Roca Rey, peligro Los que hicieron cuarto y sexto fueron Tres Codornices –n. 51, 485 kg.-, y Sereno –n. 71, 541 kg.-. Con el primero
de ellos se recrudeció la falta de estructura en las faenas de Roca Rey, puesto
que nunca se pudo acoplar a las pobres pero existentes embestidas del toro de
Xajay, y lució apurado y desubicado. David Vázquez fue ovacionado por toda la concurrencia tras un gran puyazo. Por su parte, con el cierra plaza, poco
pudo hacer en un escenario de enfado ya muy exacerbado por el comportamiento
del ganado. Solo destacó un quite por saltilleras. A la salida le reservaron su carretada de pitos, que hicieron
buen contraste sonoro con aquellos quienes le aplaudieron. ¿Podrá Roca Rey
echarse a La México a la bolsa? Ya veremos.
 Roca Rey, división de opiniones Hoy se remató un fin de semana taurino en el que se
comenzó a asentar de nuevo el asunto taurino. Felizmente la Plaza México ganó en seriedad
y un panorama a futuro muy interesante. Por lo pronto, la próxima semana, según se anunció, se
ofrecerán los últimos tres carteles novilleriles del 2016 con lo más destacado
de la temporada que aquí reseñamos con mucho gusto. ¡Vengan a la plaza! Pasen
un buen rato, y apoyemos a nuestra fiesta brava y a sus nuevos valores.
*Fotos: Nadlleli Bastida, y Luis Humberto García "Humbert".
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