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Tarde triunfal y triunfalista hoy en nuestra querida plaza de Madrid. Hemos vivido el primer lleno a reventar de la Feria de San Isidro, gracias a Dios esto es lo que necesita la tauromaquia que se llenen las plazas de toros. También la tarde tuvo interés, sin entrar a valorar si fue para dos orejas o no la faena. Andrés Roca Rey en poco mas de un año ha conseguido salir en dos ocasiones por la Puerta Grande, una de novillero y otra hoy en su confirmación de alternativa. El espada peruano ha conseguido abrirse cartel entre las principales figuras y hoy se ha visto que no le va poner nada fácil las cosas a estos.
Después de esta introducción, no se pude dejar de lado, que valor no le faltó. Pero lo que sí que tiene que desarrollar mucho mas es la técnica y el poso. En su primero abusó al darse un arrimón, ante un animal que se vino muy pronto a menos, el inicio con los cambiados por la espalda y la primera serie con la mano derecha no apuntó mal. En su sexto le costó acoplarse en las primeras series, lo que más llegaron fueron las dos últimas series de la faena con la mano derecha. Aquí se le pudo premiar de manera excesiva con los dos apéndices. A este sexto toro se tiró con muchas ganas a matar, otra cosa es que el acero cayera un poco desprendido.
 El torero peruano va teniendo peñas en todas partes, Madrid no podía ser menos Lo que no se le puede reprochar tampoco a Roca Rey es que lo intentó en todo momento, con mejor o peor resultado. Me gustó que lo intentó en diferentes quites a lo largo de la tarde, sin dejar pasar ninguna oportunidad.
Alejandro Talavante, ante su segundo oponente un animal complicado que tiraba un muy feo derrote, en cierta manera por no picarlo de manera adecuada. La faena fue también de menos a más, le costó acoplarse en las primeras series, ya que al final del lance le enganchó la franela. Los mejores momentos es cuando desafío al toro propinándole dos buenas series con la mano izquierda, a pesar de lo deslucido del animal. Lo mató de una estocada efectiva, no del todo bien colocado. Oreja con ciertas protestas.
El que pasó de puntillas sin decir mucho de interés, fue el triunfador del ciclo isidril el año pasado, el francés Sebastián Castella.
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