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Quienes somos aficionados a la fiesta brava, nos gusta ir a las novilladas porque es ahí donde se disfruta con lo que quieren hacer los jóvenes aspirantes a toreros del mañana. Y, ahora que tuve el gusto de poder mirar la última novillada de la feria isidril de este año, a través de la pantalla chica de la televisión, en vivo y en directo, desde mi modesto hogar en la hermosa ciudad de Quito, capital de todos los ecuatorianos, pese a la diferencia horaria, me he sentado en un lugar de privilegio, para poder mirar, a estos tres chicos aspirantes a toreros, dos de ellos españoles y uno colombiano.
 Gaoneras del colombiano Creo que todos hicieron lo suyo, de acuerdo con las pocas condiciones que ofrecieron los astados de Carmen Segovia, mansos y complicados, aunque de aceptable presentación. Tomás Campos, demostró que es el más placeado y, no dejó pasar por alto el gusto con el capote y, la seriedad con la muleta. Curro de la Casa, nos dejó ver el poder con la muleta con la mano izquierda, en dibujados naturales. Y, Sebastián Ritter, llegó desde Medellín, Colombia, para dejar ver su gran deseo de llegar a ser torero y de los mejores. Excelente con el capote, en lentas, mandonas y suaves verónicas, que parecía que frente a él tenía un carretón en clases de toreo de salón, dejando ver toda la plasticidad de movimientos. Y, un valor firme y sereno para torear con la muleta, que llevó al público al borde del infarto, cuando se colocaba a milímetros de los pitones – e incluso avivaba al novillo para que embista con el muslo - sin inmutarse, lo que podía hacer el manso de más de quinientos kilos sobre sus lomos que tenía al frente.
Lamentablemente, a los tres jóvenes matadores de novillos, lo que les falta es, justamente, aprender a matar bien. Si cuando iban sobre el morrillo hubieran dejado el acero en todo lo alto, varios pudieron haber sido los trofeos que obtengan, por su entrega y voluntad a toda prueba, porque los tres, estuvieron muy por encima de los astados. Cada uno de ellos ha demostrado su estilo propio de torear, para alcanzar el éxito y, para poder en corto tiempo, llegar a donde aspiran; pero, si se continúa utilizando el ganado que está apareciendo en la plaza de toros más importante del mundo como es el coso de Las Ventas, muy poco será lo que se consiga.
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