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Dicen que las comparaciones son horrorosas pero… a veces resultan la mejor ejemplificación y explicación (para algún despistado que, como decimos en México, necesita que se lo pongan con manzanas). Lo peor de ésta que nos ocupa es que se dé.
Los tres toreros del cartel están anunciados en tres fechas entre las ferias de este largo serial. Daniel Luque, sólo para San Isidro, mientras que El Cid e Iván Fandiño también en la de Arte y Cultura y, curiosamente acartelados juntos en dos ocasiones. Mientras los dos sevillanos iban hoy por su segunda tarde, para el bilbaíno esta era apenas la primera, lo cual significaba que le quedaban los seis toros firmados.
No se requiere aquí un ensayo para aclarar la diferencia que hoy Iván Fandiño ha marcado contundentemente en el ruedo. A eso viene un torero a Madrid. Eso es lo que la vergüenza torera y el profesionalismo implican. Muchos estarán ya pensando que solo nos importan las cornadas. No señores. Eso es torear, eso es ser torero, eso es ser ese ser único que todos quienes estamos arriba sabemos que nunca seremos. Eso es lo que nos emociona y eso es que ningún anti podrá discutir ni derrocar.
Todos quienes se ponen delante, en cualquier rincón del mundo se juegan la vida por el hecho de; por lo tanto, existe una diferencia entre además, estar dispuesto a. Eso está evidenciado en lo que hoy hizo Iván Fandiño desde que recibió al segundo toro y hasta que lo pinchó. Luego, vino algo más, además.
Que si él tuvo mejor suerte, que si mi lote no sé qué, que si el viento, que si la lluvia, que si los del siete. Iván Fandiño ya había pinchado las orejas, tal vez hubiera podido dar una vuelta, o saludar una ovación, y si la cosa se ponía difícil con la espada, le quedaban cinco cartuchos. Sin embargo, prefirió ir por el primero, así perdiera los cinco posteriores. La primera del primero, ¿para qué esperar?
 Por eso la cuadrilla pudo llevarle la oreja al quirófano Iván Fandiño salía en una ambulancia de Las Ventas mientras Daniel Luque mataba al segundo de su lote. Luego de ello, el sevillano fue entrevistado para la transmisión de televisión. Palabras más, palabras menos, dijo que había venido a la plaza con ilusión, pero que estos toros no lo dejan y esta sí literal “ya llegará mi día”. Afortunadamente está sano para los dos que aún tiene firmados en esta feria y en otras más.
Iván Fandiño. Hemos escrito muchas veces su nombre para que aquellos que no se lo ha aprendido aún, comience a serle familiar.
Para los de este lado, Iván Fandiño es calidad de importación, no producto de exportación, como decíamos ayer. Favor de tomar nota.
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