Mucha agua cayó hoy en Madrid, pero era lluvia, no ¡Aguas, aguas!

Además de ser utilizada como síncopa de Aguascalientes, ¡Aguas! es una expresión que en México se emplea como sinónimo de ¡Cuidado! o ¡Atención!

Algún mexicano pudo haber dicho ¡Aguas! cuando era inminente que el toro de la confirmación arrollaría como un tren a López Simón. En la plaza, no tuvieron los detalles que nos mostraron en las repeticiones y que ahora se pueden ver en las fotografías; aunque al momento lo que vimos todos fue por demás angustioso. En unos cuantos instantes, uno piensa ¿cómo es posible que casi se repita, y mucho peor, la historia de la alternativa? Para fortuna del madrileño no fue así. Y quizá por ello, no quiso pasar a la enfermería. No fuera que no lo dejaran salir como en aquella tarde del 2012 en Sevilla.

¡Aguas, aguas... ay, ay, ay! ¡Madre mía!

Pero no fue el único ¡Aguas! de la tarde. Enseguida sería ¡Aguas, aguas! con insistencia, ante los resabios que desarrolló el de El Puerto de San Lorenzo. Ocurriría, algo similar con el tercero, con el sexto –por lo menos. Sólo que los ¡Aguas, aguas! no serían solo ante el peligro de que los toreros fueran prendidos por los toros.

¡Aguas! ¡Atención! ¡Cuidado! para El Cid, para Luque, para la ganadería.

¡Aguas Manuel Jesús! que Madrid no se está sintiendo correspondido. ¡Atención! porque la entrega en Las Ventas necesita ser recíproca. ¡Cuidado! porque no sabemos hasta cual se mantendrá el perdón, será para la otra.

¡Aguas Luque! que no lo parece, pero ya se fue la primera tarde. ¡Atención hoy! porque los apoyos pueden dejar de estar a favor. ¡Cuidado! que el verdadero Madrid no mide con base en detalles, preámbulos, sino en el todo: faenas completas, gusto, ventajas, entre mucho, mucho más.

¡Aguas! para El Puerto de San Lorenzo, porque se ha rebasado la frontera del toro light, del medio toro; tanto que hoy hasta los propios comentaristas lo han dicho así: “medio toro bueno”. ¡Atención! Los autores de este mal menjurje huirán, porque se ha llegado al territorio de la mansedumbre, la nula movilidad, el genio . ¡Cuidado! porque hasta se están perdiendo los tesoros del consuelo (calidad, suavidad, bondad). Así ¿qué será de El Puerto de San Lorenzo cuando ni siquiera las figuras pregunten por él?

¡Aguas, aguas! que no todo será siempre como agua de mayo.