Ante un lleno, se lidiaron toros de José María Arturo Huerta, justos de presencia, descastados en general, únicamente el quinto fue bravo. Eulalio López Zotoluco: Silencio, palmas y dos orejas.
Rafael Ortega: Silencio, vuelta y oreja tras aviso. Trascendió que al final del festejo los diestros se liaron a golpes en el restaurante del hotel donde ambos se hospedaban. Gran pleito en escena, gritos, platos rotos y hasta la "oportuna" presencia de la prensa... |