Con unas condiciones climatológicas perfectas para la lidia ha trascurrido la tarde, donde Sebastián Castella ha cubierto la desgraciada baja de El Fandi (gesto de torero macho el suyo ayer en Granada al matar tres toros recién operado). La sustitución se la ha ganado el francés a pulso, aunque pienso que podría haber estado muchísimo mejor, sobre todo en su segundo, no voy a negarle que es un torero con un valor seco y una valentía fuera de toda duda. Más preocupante es la frialdad tanto de Salvador Vega como de Miguel Angel Perera. Condiciones tienen, juventud también, pero ganas… Les ha pasado lo peor que podría pasarles, que el público se mostrara indiferentes ante su labor. Es mejor llevarse un broncazo, como el que se mereció el malagueño en su segundo tras dar un petardazo con la espada, a que la gente se muestre indiferente. Que alguien me explique por qué no se ha devuelto ningún toro. A estos inválidos hay que hacerles un toreo aéreo carente de lucimiento y de emoción. Hoy debían de estar mal afilados los estoques. ¡Que manera de fallar!. |