Siempre se ha dicho que en el desván se guardan los trastos inservibles. Esas cosas que recordamos. Es más, somos sabedores de su existencia. Que algún día volverán a ver la luz. Eso parece que es lo que tenemos que esperar los aficionados, cada vez que vemos una corrida de toros. Esperar que del desván del toreo salga esa tauromaquia que tanto admiramos. Después de tres días sin toros en Sevilla, por unas causas o por otras, el viernes volvió a lucir el sol en el albero maestrante. Parecía que el toreo iba a resurgir en él. Fue simplemente un oasis en el ruedo por culpa de los toros. Ejemplares con poca casta que dieron al traste con las ganas de los toreros. Primera tarde de Curro Díaz en la feria y no pudo destapar el tarro de sus esencias, para dejar impregnada con su arte la Maestranza. Los fieles seguidores que se desplazaron hasta Sevilla se tuvieron que volver de vacio y con una extraña sensación. Una amargura por no haber disfrutado en la única plaza en la que se vive con intensidad lo que sucede en el albero, y además se tiene un gran respeto por los que se están jugando la vida. Ilusionados ocuparon los tendidos de esa bella plaza. Fue una quimera los primeros lances abriendo el compás, meciendo las verónicas, ese quite por delantales y la tanda con la diestra que realizó Curro Díaz. A partir de ahí el toreo se esfumó, el de Juan Pedro Domecq se puso agresivo y no quiso colaborar con el torero que tenía delante. Una lástima no haber podido disfrutar de la estética del de Linares. Su segundo, sin posibilidades ningunas. Su lote era el mejor, por el que apostaba el ganadero. Madre mía sino hubiera sido así, con qué se hubieran topado los espadas. El Cid tampoco encontró oponentes para su toreo, aunque le colaboraron un poco más. Aún así, no para alcanzar un triunfo sonoro. Lo mismo le sucedió a Miguel Ángel Perera que venía de haber cortado dos orejas en ese mismo escenario, pero no pudo ratificar su éxito. Como digo una verdadera lástima ver a figuras anunciarse con estos ejemplares. Tal vez el año pasado tenía garantías de embestir, pero visto lo visto en Sevilla, no se como andará la camada este año. Porque tampoco sirvió la del domingo, detalles de pinturería de Morante y poco más. Así no se puede hacer afición. El ganadero debería plantearse mejor lo de la selección y ver en lo que está fallando puesto que ir a Sevilla tal como lo hizo, no es algo muy bueno para su historial. |