Es lamentable y doloroso tener que escribir de mi plaza de la forma en que lo voy a hacer ahora. Nunca imaginé que Ciudad Real llegara a estos extremos. Cuando era más pequeña solía ahorrar dinero para asistir a los toros en mi ciudad. Ahora no creo que los jóvenes tengan esas ilusiones y menos en el estado que se encuentra la plaza e estos momentos. Es penoso ver como está navegando sin rumbo. Llevamos dos años a la deriva. La antigua empresa, Toros Suerte Natural, que venía con ganas de levantar Ciudad Real lo único que hizo fue hundirla. Ir echando a la afición poco a poco. Infracción tras infracción se les fue levantando la mano, hasta que llegó el día en que la Diputación decidió no prorrogar el año al que hubieran tenido derecho. Cuando la citada Diputación comienza a hacer las cosas bien, rehabilitando una comisión taurina compuesta por diversos estamentos y confeccionando un pliego de condiciones muy sensato y de cara a levantar la plaza, llega la nueva empresa, Taurotoro, y de nuevo tenemos problemas. El primero el no anunciar en el cartel de inauguración de la temporada una de las ganaderías locales puestas en su plica. Taurotoro ofertó que el Domingo de Resurrección inauguraría la temporada con una novillada con picadores donde estaría incluido el novillero Fernando Tendero y preferentemente novilleros de la tierra. Los novillos pertenecería a la ganadería de Víctor y Marín, Emilio Víctor, José Luis Víctor Frías o Laurentino Carrascosa. Ninguna de esas ganaderías estaba anunciada en el cartel. La ganadería era sevillana, la de Manuel Caro Andrade. Primer incumplimiento. Si seguimos mirando a la empresa con lupa, porque ya está harta la afición de que se le tome el pelo. Porque realmente los que pasan por taquilla son ellos y en cierto modo son los que tienen la última palabra. Otro de los incumplimientos es que todavía no han nombrado a nadie para que represente a la empresa. En el pliego se pedía un representante local. Pero por el momento nadie se ha presentado como tal. Porque de haber sido así los novillos no hubieran dormido 36 horas en el camión. Menos mal que esos novillos no se lidiaron el domingo porque sino que bochornoso hubiera sido el espectáculo. El estrés acumulado después de estar tantas horas encerrados en el camión se hace presente en la plaza. Y para colmo de males no se inaugura la temporada en la fecha prevista. El almirante de la nave mandó a un alférez de fragata que se presentó el domingo por la mañana. Con tan sólo cinco novillos aprobados el festejo no se podía celebrar. Pero si hubiera habido intenciones de celebrar el espectáculo se hubieran desplazado a cualquier finca de la provincia a por los dos novillos que faltaban. Pero nada, era mejor no darla y destruir las ilusiones de mucha gente. De los novilleros en primer lugar y sus cuadrillas y sobre todo de la afición. Ahora ¿quién va a tomar las riendas del timón para que el barco no vuelva a naufragar? Que tome rumbo firme de una vez, pero claro si no se tiene interés porque esto salga a flote pues es normal que cada vez entre más agua y no se pueda achicar y al final termine hundiéndose. De momento la Diputación debería tomar cartas en el asunto y sancionar a los infractores. Que no se crean que Ciudad Real es una plaza de carros porque es una plaza de segunda categoría que merece el respeto de los taurinos. Y que tiene una afición seria que no pasa por alto más incumplimientos. Que no se llegue a situaciones irreversibles como puede llegar a suceder, puesto que se vislumbra una tormenta fuerte en forma de veto de los profesionales del toreo. Si esto sucede que pasará con los toros en la capital. No tendremos ni corrida de Beneficencia ni Feria. Festejos tan importantes y tradicionales que desaparecerían. ¿Qué ha hecho la afición para merecer esto?. |