Alfonso Ramirez, Calesero, era y fue famoso por la elegancia de su toreo. Sus quites y su interpretación de éstos eran leyenda de su capote mágico.
Fue en el año de 1959, un 30 de Agosto, Calesero toreaba en Cd Juárez con Juan Silveti y Alfredo Leal. Los toros de Jose Julián Llaguno. En su primero estuvo muy bien, pero no mató, porque fue cogido. Al quitarle la taleguilla en la enfermería, se vio que tenía interesado el peritoneo. Alfonso no se dejó operar, convenció a los doctores que lo arreglaran para poder lidiar su siguiente toro. “Los toreros tenemos que justificarnos en cada tarde” dijo el torero.
Calesero corta orejas y rabo a su segundo toro. Herido esperó el toro de Silveti para hacer un quite de los suyos para entonces, ya si, ingresar a la enfermería.
El bien llamado poeta del toreo demostrando valor ante el derroche de arte en una tarde inolvidable.