José Gómez llega a este pícaro mundo en Gelves, Sevilla, un 8 de mayo de 1893. Sus principios taurómacos los hace como becerrista. Su hermano Rafael, en la plaza de Sevilla, le da la alternativa cediéndole el toro Caballero, de Moreno Santamaria, una tarde del 18 de septiembre de 1912. Confirma el doctorado en Madrid el 1 de octubre de dicho año con toros de Veragua, llevando como padrino, también, a su hermano Rafael.
José Gómez, Gallito, murió en la plaza de Talavera de la Reina (Toledo) una tarde trágica del 16 de mayo de 1920, por una cornada brutal que le infirió el toro Bailaor, de la gandería de la Viuda Ortega.
Gallito fue un torero de facultades fuera de serie. Se le consideró invulnerable por el poderío de su toreo del que hacía alarde.
Con Juan Belmonte alternó muchas tardes en emocionante rivalidad, llenando ambos juntos, con el mexicano Rodolfo Gaona, lo que se conoce como la edad de oro del toreo.
Torero de leyenda a quien recordamos en este escrito de toreros de ayer, José Gómez, Gallito.