Toros españoles… NO
Eso ha dicho el vocero de los ganaderos de lidia bogotanos, Gonzalo Sanz de Santamaría, frente a las declaraciones del presidente de la Junta Directiva de la Plaza de Toros de Cali S.A. Alfonso Otoya, quien aduce que el fracaso de la pasada temporada de Canaveralejo ha sido causado por la carencia de bravura en la cabaña colombiana.
Siendo, así las cosas, Otoya promete hacer hasta lo imposible para importar corridas españolas para la feria decembrina de este 2018, igual que lo viene haciendo la limeña plaza de Acho.
Poz zi y poz no como diría el de allí.
Si bien es cierto, que los ganaderos del altiplano “No todos” son los más serios en la presentación de sus corridas y que tienen las ganaderías más largas, en las que cuando menos se puede reseñar una docena de toros a principio de año, cosa imposible en las de nuestros paisanos (ganaderos y a la vez empresarios de Cañaveralejo). También es cierto que la bravura no es que sobre por los lados de Bogotá.
Causales de la debacle que amenaza la Fiesta en Colombia, exceptuando Manizales, que es una plaza sui generis, de la que ya hemos escrito suficiente, son muchas, que, resumiendo, quedan en una carencia total de ética en la que están inmersos todos los estamentos taurinos del país y los que vienen de España a hacer la América.
Ahora bién: Sí que al final es el toro, el que sufre todo el desmedro de las dolosas actuaciones de quienes llevan la batuta (suelta más fácil la tabla un náufrago que ellos la batuta) por lo que la solución de momento podría ser importar los toros de La Península. Pero Perooo… es aquí donde aparecen los de siempre y vaya Usté a saber qué es lo que compran en el campo español. En Lima ya se ha visto que no faltan los chuflas que juegan con la afición trayendo deshecho.
Total, Don Gonzalo, más bién facilite Usted, que se dé espacio a quienes no interesa más que el buen futuro de una verdadera Fiesta Brava en Colombia, para que no solo opinen, sino que dirijan en compañía de los que como Usted quieren la pervivencia de nuestra común pasión
Bajemos del sillón a los que quieren “pan pa’hoy y hambre pa’mañana” que no falta quien diga que ya tienen negociada con los políticos una Fiesta incruenta como la que cerró definitivamente la plaza de Quito.
Hay soluciones, de verdad que sí que las hay, para renovar la afición actual y crecerla. Argumentos válidos tenemos por doquier y que nunca han sido expuestos por ignorancia o por pereza. Igual, hay herramientas de fácil uso. Solo permitan que se pongan en práctica.
Paren ya de creerse los únicos dueños de esta bellísima expresión cultural de los pueblos hispanos. Abran las plazas a todos los estratos. A Bogotá la cerraron para lo que era una afición importante, compuesta por gentes del común, vendiendo los palcos de arriba a la gran empresa para que haga relaciones públicas. Y hay más cositas por allí Don Gonzalo.
QUE DIOS REPARTA SUERTE.