Cuenta la historia taurina que cuando Manolete toreaba en Madrid siempre se hospedaba en el mismo hotel. Cerca de este hotel vivía un hombre que cada vez que veía pasar al torero de Córdoba, le gritaba con un gran entusiasmo, ¡ole, los toreros buenos!!… ole a los valientes!!..
Todos los días era lo mismo. Manolete, tal vez intrigado por esto, le preguntó al buen hombre, ¿se puede saber, porqué siempre me dice usted lo mismo?
Pues, porque es verdad, matador, contestó el caballero, que usted es el mejor del mundo. Y porque gracias a usted me estoy haciendo rico comprando localidades para la corrida y revendiéndolas…
Cuando se dio a conocer el cartel de la presentación de Manuel Rodríguez, Manolete, en México, los aficionados de ese entonces, fueron a pasar la noche frente a las taquillas de la plaza… en la reventa un boleto de sol solo costaba cuatro pesos…
Anécdotas curiosas de tiempos ya idos.