Debo advertir, que si bien, por la red no se siente el olor a tabaco, el sonar de los estribos, ni la música; las cámaras de hoy día y la excelente producción de la transmisión, sí que permiten “creo yo” quedar con una idea clara de lo que sucedió en las plazas españolas, y algunas de las francesas, que dicho sea de paso son un gusto ver por la seriedad y el conocimiento que derrocha la afición gala.
Difícil hacer balances en un espectáculo como el nuestro, en el que su principal actuante, es un animal, lo que de entrada implica irregularidad. Pero qué duda cabe, que sí podemos vislumbrar, que tanto se preocupan toreros, ganaderos, apoderados y empresarios, por mantener vivo el interés de la afición
Con este prólogo pienso que ya podemos entrar en materia y comencemos pues, con el toro.
Preocupante (y sobre esto ya escribí aquí mismo) la caída del toro en el ruedo. Preocupante como flojean de sus extremidades. Preocupante que vimos toros echados en la arena. Toros doblando las manos al salir de puyazos escasamente de trámite. En la dieta está el misterio y es a los ganaderos a quienes corresponde solucionar el tema dejando de creer en pajaritos preñados como es el cuento de correr las corridas de saca en pistas para tal efecto.
Por lo demás, vimos toros bravos incluidos los procedentes de encastes artistas.
También los vimos de esos que empalagan de lo dulces.
Y metiéndonos en un berenjenal, diremos, que las llamadas corridas duras, en su mayoría, más que duras fueron complicadas. Negadas para el toreo que se estila en estos tiempos. Lo que no significa, para nada, que deban desparecer; en estos encastes está la esencia de la bravura. Difícil sí que será encontrar ese punto medio para conseguir el toro que transmita, sin que le adivinemos desde el tendido, como va a embestir en la siguiente tanda
Sigue saliendo en muchas plazas el toro con exceso de kilos. Eso no puede ser. El pobre no puede ni moverse; mucho menos embestir. Peso no es trapío.
A cualquiera de estos toros que hemos mencionado, le están poniendo el pecho, tantos toreros como páginas tenemos para llenar; por lo que será imposible mencionarlos a todos. De esta manera dejamos justificadas las omisiones.
Pretendemos es, hacer un recorrido por lo que creemos, es la gama de estilos que “por fortuna” hay en el escalafón actual. No está lejana la época en la que salían toreros de la cadena de montaje, absolutamente iguales.
Gusten más o gusten menos a los aficionados, allí están:
El incombustible Ponce no para. Sigue interesando en ambos lados del charco, su afición es desmedida y su entrega garantía para el que paga. Es el toreo de la estética en un marco de conocimiento absoluto.
Diferente, pero igualmente exultante de plasticidad está el niño de Manzanares; también poseedor de una técnica exquisita. Torea menos por sus constantes visitas a los quirófanos.
Con una evolución maravillosa sin apartarse de sus maneras propias, estuvo en el 2017 Miguel Ángel Perera. Se le vio a gusto disfrutando de una madurez que se tradujo en triunfos importantes. América ya lo tiene acartelado.
Castella caminando por senderos similares a los de Perera. Recurre menos al arrimón y se muestra dueño de la situación.
Talavante…Ay Talavante. Innegable su muy buen quehacer delante del toro. Pero, cuestión de gustos, pareciera que el arte le es escaso. Y en estas cosas del toro se necesita dejar algún sabor de boca. Si lo hiciera siempre como en Zaragoza esta semana que pasó, habría que seguirlo a donde fuera.
El Juli es caso aparte. Solo verle hacer el paseíllo debe causar temor entre sus alternantes. Siempre dispuesto a darlo todo y a conseguir el triunfo y a fe que lo consigue. Esta temporada igual que las anteriores ha dejado su marca en todas las plazas.
Curro Díaz después de esa larga espera para que se le reconociesen sus condiciones de Torero Bueno; se las ve canutas con los resultados de los sorteos. No obstante, es de los que el aficionado de gusto, va a ver con ilusión. Un 2017 de cal y de arena.
A López Simón no le han marchado del todo bien sus cosas. Cambio de apoderado a mitad de temporada y ajuste (afortunado) a su nuevo mentor Curro Vásquez. Se le ve con ilusión, pero aún, deberá aclarar algo su mente.
Hasta aquí esta primera entrega de nuestra visión del 2017 taurino. Trataremos de completar la lista de la mejor manera y haremos incursiones por plazas y alguno que otro personaje de interés para el aficionado.
Que Dios reparta suerte.