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Tengo en la memoria la gesta de un torero, se llamaba, Antonio Bienvenida.
Nació el 25 de Junio de 1922.
Tomo la alternativa en Madrid el 9 de Abril de 1942 en un mano a mano con su hermano Pepe con toros de Miura.
Murió el 7 de Octubre de 1975
En la Plaza de toros de Vista Alegre de Madrid el 5 de Octubre de 1974, allí había un hombre con muchos años de profesión y cosido a cornadas, como pidiendo una oportunidad. El espectáculo del paseíllo de un hombre solo para enfrentarse a seis toros a quien el público aplaude y que se ve obligado a saludar por el recibimiento. El pueblo siempre se pone de parte de estas gestas. Los ruedos están llenos de una juventud valerosa, y con muchas ganas de triunfar, algunos están acompañados de apoderados ansiosos de ganar dinero rápido, sin deparar en el difícil arte de la Tauromaquia, y con malas digestiones cuando ganan el primer dinero; y el más vivalavirgen, cree que todo el monte es orégano. ¿Qué lección ha sido la de Antonio Bienvenida en esta plaza de novilleros o de toros de desecho para desesperados? Sencillamente una soberbia lección de calidad. Y lo bonito es que el público, el pueblo, le llego a entusiasmar porque le gustaba lo que estaba viendo, la calidad.
En la política, en los toros, en la vida, en cualquier cosa, la calidad le gusta a todo el mundo. Aquel que no tiene calidad tiene que ampararse, en trucos y zorrerías, para suplir o hacer olvidar aquello que más gusta, que es lo bueno o lo bello. La segunda reflexión de loqueé se vio esa tarde fue el orden, la autoridad en los ruedos, existe un reglamento, un presidente. El público, el pueblo, tambien acepta la autoridad y el orden, con tal de que ese orden o esa autoridad no sean arbitrarias. Y final mente la pulcritud, salió del ruedo como entro sin despeinarse, y sin ninguna mancha. No corrió tras ningún toro, porque es el toro quien ha de correr tras el torero que se mueve a su alrededor. Y el valor y el arte estaban en partes iguales. Porque la Tauromaquia, que exige valor, tambien impone el arte. Cuando se ve el arte, el valor no se nota, y esta allí, lo peor que se puede decir de un torero es que es valiente, porque entonces el arte no lo vemos. Antonio Bienvenida dejo en la memoria, las ideas de la calidad como actitud, de la autoridad como exigencia y de la pulcritud como comportamiento. En otros mundos seria buenas recetas…
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