Quería hacer como que no lo había visto y no responder. Pero no puedo callar. Soy taurina por los cuatro costados y también han herido mi sensibilidad..
El mundo de los toros, a lo largo de su historia, ha estado ligado en incontables ocasiones a la labor de beneficencia pública.
Es cierto, Caritas desde hace muchos años viene realizando una gran labor social, con su proyecto serio y respetable como es la atención a los pobres.
Cáritas de Salamanca (Salamanca, quizás, la ciudad más bonita del mundo, tierra de toros y de toreros), se ha negado a aceptar lo recaudado de la venta de bolígrafos por su juventud taurina (Hoy día que la juventud piensa y hace cosas tan raras) estos jóvenes salmantinos tan solo querían ayudar a la caritativa obra social de Caritas.
Cáritas ha declarado que no quiere herir la sensibilidad de sus colaboradores al recibir donativos del mundo de los toros.
¿La aportación de los donativos de estos jóvenes taurinos hiere la sensibilidad de los benefactores españoles de Cáritas?. El rechazo de Caritas también ofende a los españoles que somos taurinos y que también creemos en la gran labor de Caritas. En especial ofende a los profesionales del toro que siempre están dispuestos a jugarse la vida para colaborar en la ayuda de quienes más lo necesitan.
Con la excusa de ayudar a los más necesitados ¿no se habrá camuflado algún elemento, ofreciendo donativos con el propósito de acabar con la Fiesta Nacional...?.
En cierta ocasión dijo el Sr. Conde Campillo: “Todo es vendible No he puesto nada en venta, pero si me haces una buena oferta te vendo la finca y hasta la camisa que llevo puesta”.
Recientemente en Murcia ha ocurrido algo parecido. Integrantes del grupo animalista de la Región han propuesto la renovación de un restaurante con la condición de acabar con su tradicional imagen taurina. Y, Ángel, su propietario, ha aceptado. El negocio estrena nueva imagen y no le ha costado ni 1 €.
Algunos a cambio de dinero son capaces de renunciar de sus raíces.
En 1954 la Conferencia Española de Religiosos se incorpora al Secretariado Nacional de Caridad. Finalmente en 1957 la Conferencia de Metropolitanos crea la Comisión Episcopal de Caridad y Beneficencia de la Iglesia y constituye Cáritas Española como una entidad con personalidad propia, independiente de la Acción Católica.
La Fiesta de los Toros, ya ayudaba a los necesitados antes de que naciera Cáritas.
Documentos escritos certifican que en 1737 el rey Fernando VI regalaba a los Hospitales, a distintas órdenes religiosas o para las obras públicas, los beneficios de los festejos
El 6 de noviembre de 1786 se celebra en Madrid la I Corrida de Beneficencia alternando “Pepe-Hillo” con “Costillares” y Francisco Garcés.
Esta corrida se viene celebrando en Madrid, sin interrupción, desde 1850.
En toda España, sea por causa humanitaria o caritativa, sea como origen de fondos para fines públicos, las corridas, novilladas y festivales siempre han servido para soportar y fomentar las obras sociales de toda índole. Como: la construcción y reparación de Iglesias; para Casa de Niños Expósitos; a beneficio de las devastadas provincias de Galicia; a beneficio de los damnificados en el terremoto de Manila; beneficio de los perjudicados por las inundaciones en las provincias de Murcia, Alicante y Almería; para el socorro de las familias de las víctimas causadas por los ciclones de Cuba y Filipinas; o por los terremotos en las provincias de Granada y Málaga, en el S. XIX
La lista sería interminable a lo largo de los años. Tan solo recordare algunas corridas y festivales benéficos del S. XX y XXI en Murcia: para beneficio de los huérfanos del barco “Sirio” hundido en Cabo de Palos 1902, la casa Cuna de Cartagena;para beneficio de refugiados en 1937; a beneficio de los damnificados del incendio en Santander; para los necesitados de Murcia; para los refugiados de la guerra civil; el celebrado para la restauración del Santuario de la Fuensanta en1942; para la fiesta de la exaltación de la Vera Cruz; para los damnificados de la riada de Valencia; para Sindicato Nacional de Espectáculos; a beneficio de la Caja del Servicio de Obras Asistenciales; en 1944 a beneficio de los Huérfanos de la Legión beneficio del Montepío del Cuerpo General de Policía otra larga serie de corridas a Espectáculos a beneficio de obras asistenciales; a beneficio de la Campaña de Navidad; varios para el Hospital de Ancianos de Cehegin, Murcia o Caravaca; para la construcción de la Iglesia de Cañada de la Cruz; para los damnificados de la riada de Puerto Lumbreras o los celebrados para los desahuciados por el terremoto de Lorca en 2011. Sin olvidar los de las hermanitas de los pobres en Caravaca de la Cruz en 2014 y Archena en 2016 o el festival, anual, del Cáncer.
Los toreros son hombres honrados, y el dinero que ganan, es jugándose su vida, tiene el mismo valor que el dinero recaudado en otros espectáculos y es compatible con cualquier aportación de dinero honrado que ayude a Caritas.
Ahora se acerca la Navidad. Su auténtico significado es: compartir. Tiempo en el que todos nos sentimos muy sensibilizados con los más necesitados. Las instituciones benéficas se lanzan a la calle y a las puertas de los supermercados para despertar las conciencias, de muchos, pidiendo aportaciones. Incluso alguno llega a molestar. Cuando esto ocurra tendremos que decir: “Mi dinero es taurino, puede que Cáritas lo considere dinero no grato”.
Pensaremos a quien apoyamos. Hay otras muchas fundaciones que también ayudan a los más desfavorecidos, y bastantes han sido fundadas por matadores de toros, algunas incluso traspasan nuestras fronteras. Sin obviar sus generosos donativos a distintas entidades benéficas. Sin pedir nada a nadie, sin molestar y en silencio.
Caritas no debería vetar a las personas por sus aficiones, creencias, oficios o clase social, que aportan dinero honrado para ayudar en esa gran obra que realiza.