A las pocas horas de haber recibido la trágica noticia de la muerte de Manuel Rodríguez ‘Manolete’, Carlos Arruza llegó a la determinación de hacer algo en la memoria de su rival y amigo.
Desde la primera actuación que tuvieron juntos en Lisboa, Portugal, Arruza desarrolló una admiración por el diestro cordobés que con el correr del tiempo se convertiría en una entrañable amistad.
Un 15 de octubre, el ataúd de Manolete fue cambiado de su tumba original a un mausoleo y al día siguiente se instaló una nueva estatua para completar la obra.
La instalación y elaboración de este monumento se llevó a cabo de esta manera…
Arruza, con la asistencia de su apoderado dn Andrés Gago, había arreglado una corrida en honor de Manolete. La plaza registró un lleno total y los toreros actuaron sin cobrar un centavo.
El cartel fue el siguiente: El rejoneador, Duque de Pinohermoso, y a pie Gitanillo de Triana, Carlos Arruza, Parrita, Manuel Capetillo, Martorell, Calerito, Aparicio, Medina, Liceaga y Lagartijo estoqueando reses de varias ganaderías como Clairac, Juan Belmonte, Cobaleda y otras.
Arruza, Parrita, Capetillo y Aparicio cortaron orejas y rabo al final del festejo. Arruza fue sacado en hombros de la plaza por los aficionados.
Manolete tenía ya su monumento.
Carlos Arruza y dn Andrés Gago rindieron su último homenaje al torero de Córdoba.