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Cuando uno vive en un país como Ecuador, donde –lamentablemente- las autoridades no conocen el significado de la palabra libertad, ya que, desde el 7 de mayo del 2011, cuando se realizó la malhadada consulta popular, muchas cosas han cambiado –drásticamente- en la vida misma de todo el país pues, parece que las incongruencias están a la orden del día, tanto en el plano económico, político, de salud, alimentarias y, no se diga, en el campo tributario, donde aparecen impuestos todos los días. Por esa razón, todos los ecuatorianos miramos con mucho pesimismo lo que será para todos el futuro a corto y mediano plazo; es decir, situaciones que quienes aprendimos lo bueno y lo malo desde niños y, sobre todo, como cualquier ser humano a pensar, no logramos comprender nada.
Hace pocos días, en un diario español, apareció la siguiente información: “en un acto que ha sido presidido por el presidente de la Generalitat, Artur Mas; la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; y, donde no ha asistido ningún representante de PP, C's y CUP, pero sí del resto de grupos parlamentarios: CiU, ERC, PSC e ICV-EUiA y de la Cámara de Comercio, patronales, sindicatos y del FC Barcelona, se dijo: -tengo un sueño, seguir soñando, soñar en la libertad-, como una parte de una batería de frases de poetas, pensadores e historiadores de todos los tiempos que reflexionaban alrededor de conceptos como la democracia, la libertad y Cataluña, y que han leído los actores Emma Vilarasau, Clara Segura y Pere Arquillué, acompañados en el piano por Lluís Vidal”.
Qué distante parece que se encuentra la vida en libertad que, pese a malos o mediocres gobiernos democráticos, e incluso, algunas dictaduras que se ha tenido en el país, siempre permitieron su vigencia. Sin embargo, en estos últimos siete años del gobierno del “socialismo del siglo XXI”, si bien es cierto que, en obras de infraestructuras se ha podido notar un cambio radical al que existía, lo que todos los días miramos es, que las pocas libertades que -pienso todavía existen- en este encantador país ubicado en la mitad del mundo, van desapareciendo. Y, por ello, entiendo que no hay peor tortura para un ser humano, que obligarle hasta a pensar y hacer lo que el gobierno desea.
Por esa razón, la fiesta brava ha continuado a pasos lentos y, en parte de los 98 cantones donde la gente inteligente, votó por el NO en la pregunta No 8 de la consulta popular. Esto ha hecho que, los verdaderos aficionado vivamos con mayor intensidad y pasión, cada uno de los festejos taurinos que se realizan en el país y, esperamos en los próximos meses, hacerlo de mejor manera.
Por eso, existen personas que tratan –a toda costa- de montar festejos taurinos en varios lugares del país. El matador de toros Guillermo Albán, ha organizado para fines de septiembre y los primeros días de octubre, cuatro corridas en San Miguel de Bolívar y Valencia, con la participación de diestros como el propio Guillermo Albán, Michelito Lagraver, Mehdi Savalli, Álvaro Samper y, el rejoneador Sebastián Peñaherrera, entre otros. La primera localidad, está ubicado a 240k kilómetros al centro – sur de la ciudad de Quito, en la serrana provincia de Bolívar. En cambio, la segunda, está ubicada a 270 kilómetros al occidente de la ciudad de Quito, en la costeña provincia de Los Ríos.
Igual cosa ocurre con el ex - matador de toros, actual ganadero y empresario José Luis Cobo que, ha continuado con sus festejos (sin muerte del toro en la Plaza Belmonte en la capital ecuatoriana) y, dos corridas importantes que se realizarán en noviembre en Latacunga, provincia de Cotopaxi, con la participación de toreros españoles como Morante de la Puebla, El Fandi, Alejandro Talavante y, el rejoneador Diego Ventura.
Por último, los personeros de Tauro Producciones de la ciudad de Riobamba, provincia de Chimborazo, están tratando de armar dos corridas de toros para el mes de noviembre. La afición de personas como las que he señalado, es lo que –realmente- permite que los aficionados ecuatorianos a la mejor de las fiestas, pueda pensar –por lo menos- que “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista- y, que pronto podremos volver a la libertad que teníamos antes.
Por eso siempre se ha escuchado decir que, “soñar no cuesta nada” y, más aún, cuando en la mente de los inteligentes de este globo terráqueo, todavía se puede escuchar lo que se habla, aunque sea en sueños, que pronto llegará la libertad para todos quienes nacimos libres y, deseamos seguir siéndolo.
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