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Cinco figuras del toreo han vetado a la afición de Sevilla, de su toreo: Morante, Juli, Perera, Manzanares y Talavante. Estos cinco toreros cinco, no torearán en Sevilla mientras la empresa Pagés siga al frente de la Real Maestranza de Sevilla, así que durante unos años no pisarán esa plaza.
Todo salió tras unas inoportunas declaraciones del empresario Eduardo Canorea, que no le llega ni a la suela de los zapatos a su padre, el gran Diodoro. Aquel que hacía carteles y sabía que con esos perdía dinero fijo. Pero una cosa está clara: las formas de ambos lados no son las correctas.
Canorea, no es nadie para criticar a los representantes de una asociación elegida por los miembros de esta, ya que si los toreros desean que sean tres toreros retirados los que ocupen ese lugar, pues así se realiza, y punto. ¿O acaso vería razonable este señor que alguien ajeno a los empresarios, criticase a quien escogen ellos para representarles en sus asociaciones?
Ahora, que la empresa no podrá quejarse el año que viene de la asistencia, tiene cinco bajas muy serias, de los que cobran mucho, así que el señor empresario ya sabe que hacer: bajar los precios de las entradas, ¿o piensa hacer carteles baratos, pero manteniendo el precio de las entradas? Seguro que no me equivoco, y mantiene los precios…
Y las figuras se hacen el harakiri, a ver cuanto tiempo estarán en el desierto, no serán cuarenta años como Moisés, pero por lo menos hasta que los maestrantes quieran ya que la empresa Pagés creo que tenía contrato durante 50 años, y todavía deben de quedarles unos cuantos. Si se ponen así de chulos los matadores, y empiezan a exigir que plazas deberían ser llevadas por los empresarios que a ellos más les gustan, pues que se preparen. Si de repente se ponen así con Madrid ya serían dos plazas importantes en las que quedarían fuera, y una cosa es clara: si la gente no te ve triunfar en esas plazas, luego no va a las ferias, y dejarían de ser contratados por muy figuras que sean en el resto de plazas, ya que aquí se trata de hacer dinero, de ganarlo, y los empresarios no están para perder dinero. Todo esto viene de hace pocos años, de cuando se inventaron eso del G-10, y lo que les salió fue una chapuza, ahora hacen el G-5, y de poco les servirá, porque no se dedican a explicarse. Deberían reunirse en un hotel de Sevilla o Madrid, y hacer una rueda de prensa, en la que se les permitiera preguntarles abiertamente, sin censuras. Quizá de esta forma entenderíamos que sucede en realidad, porque que ni sus apoderados sepan que sucede, o no puedan explicarlo, pues nos deja con la mosca tras la oreja.
De momento la empresa de Sevilla ya tiene con qué comerse el turrón, y para el Domingo de Resurrección ya puede ir poniendo a Escribano con otros dos, la jugada les beneficia en el fondo a otros toreros, y a la afición de Sevilla y a la de toda España, porque así unos podrán ver toros en Sevilla, y no una serie de ganado escogidísimo por unos pocos, y que luego dan el resultado que dan, y los otros, porque ya no habrá una excusa para que la televisión no retransmita la Feria de Abril. Ya que El Juli, no estará este año para vetarla.
Esta Fiesta tan nuestra, en el S.XXI, en lugar de ir hacia delante, mejorando todo lo posible, lanzándose a llenar las plazas, a hacer afición, va hacia atrás como los cangrejos. ¿Cuál será la próxima empresa en ser vetada?
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