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SANTOÑA: Una plaza enamorada del mar |
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Por
Antolín Castro |
[
09/09/2014 ] |
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Como cada 8 de septiembre, en honor de su Virgen de Puerto, la localidad marinera de Santoña celebra una extraordinaria corrida de toros.
En este año la anunciaban diciendo que era posible ver el toro-toro en Santoña. No les faltaba razón anunciando la ganadería de Adolfo Martín, pero era más difícil sospechar que esos toros-toros llevarían las orejas colgando para deleite de los espadas y del público santoñés. También satisfacción para el ganadero y para los aficionados que se dieron cita en la bellísima plaza marinera.
Una plaza que merece ser monumento protegido. Ciento siete años la contemplan. Su cercanía al mar, su enclave en la localidad la hace única. Forjada sobre la piedra de una antigua muralla y limpia como los chorros del oro. Un deleite estar allí. Siete mil localidades aproximadamente para una localidad de menos de doce mil. Arraigada afición que acude en gran medida a la cita anual.
Posiblemente una de las plazas más cercana al mar y al puerto, de los que solo le separa un mas que agradable paseo. Una delicia pasear por su entorno. Y siendo tan marinera no deja de ser torera.
Por su ruedo han pasado todos los toreros del escalafón en sus distintas épocas y un servidor como aficionado ha tenido la oportunidad de acudir en dos ocasiones. Casualidades del destino hacen que el número 33 sea la clave de mis comparecencias. La primera me acerqué en busca del toreo bueno. Toreaban El Inclusero, Roberto Domínguez y el local Curro González y en verdad que lo encontré. Una de esas faenas que uno siempre recuerda y en la que Gregorio Tébar le cortó un rabo a un toro de Sánchez Arjona. Corría el año 1981 y yo contaba con 33 años; 33 años años después, en 2014, y con 66 años de edad, he acudido en esta ocasión animado por el toro y los toreros capaces. También he acertado. Tanto el encierro de Adolfo como los diestros cumplieron con mis expectativas.
El reportaje gráfico deja constancia de lo visto y vivido en esta tierra marinera. El mar besa la plaza cada día y en su día grande, 8 de septiembre, toros y toreros de verdad supieron llenar de torería el festejo. Para ellos hubo un regalo clásico en esta plaza: un gran bonito del norte. Con las orejas logradas pocos platos a disfrutar, con los bonitos el disfrute de su sabor marinero en la mesa está garantizado.
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El conserje de la limpia plaza es toda una institución: Isidoro Pérez 'Pepe' |
Así luce la plaza bajo la vigilancia de 'Pepe' |
El mar la baña y la preside |
A los toros en los corrales les llegaba el olor marinero... debe ser bueno |
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Su aspecto exterior ha sido modernizado en esta parte con unos palcos en madera |
Basta con mirar a la izqda. al salir por la puerta grande para ver este paisaje |
Todo un placer dar la 'vuelta al ruedo' por el exterior |
Preciosa imagen de su enclave |
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Desde dentro esto es lo que se puede ver |
Desde fuera esta es una de las plazas más bonitas y, sin duda, más marinera |
En sus bajos, en el bar de la peña Francisco Marco, encontré 'mi' cartel de 1981 |
Los capotes preparados en la tarde |
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El ganadero presto a ocupar su burladero |
Los toreros, todos debutantes, durante el paseíllo |
Cambiando la seda por el percal |
Una buena entrada para el día de la Virgen |
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Fernando Robleño doblándose con su primero |
Y sometiéndole en redondo |
Como todos los días, saludaron David Adalid y Fernando Sánchez |
Javier Castaño toreando con la muleta 'planchá' |
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Al natural. El de Adolfo con el morro por el suelo |
Vuelta para el toro |
Castaño paseó una oreja y el primer bonito |
Salía el tercero de toriles |
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Todos salieron luciendo 'palmito' y pidiendo guerra |
Luis Bolívar lanceando |
El colombiano toreando al natural y otro toro con el hocico por el suelo |
Bella muerte de otro toro al que se le dio la vuelta al ruedo |
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Bolívar se hizo acreedor también al bonito |
Robleño con el cuarto al que cortó las dos orejas |
Que paseó así de contento |
Luego tuvo el premio que le faltaba: El bonito |
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En el caballo tuvieron fijeza, se les cambió con un puyazo y no pudimos ver más |
Castaño echó la montera al hocico para descabellar al 5º |
El último de la tarde fue un toro muy encastado |
Al que tras torearle vibrante le mató así Bolívar |
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Todos los diestros fueron agasajados |
Además de ovacionar el público al ganadero, le felicitó Robleño |
Robleño y Bolívar a hombros, trofeos al margen pudo salir también Castaño |
En las calles de Santoña seguía la fiesta de su Patrona |
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