Se anunció en la semana torista... un imponente encierro de Partido de Resina, los famosos pabloromeros. Se anunció y todos deseábamos ver el regreso de esta ganadería que tenía por fuerza que ser gloriosa, y esto no ocurrió.Claro que, a diferencia de lo que se lidia en la Plaza México... para acallar las conciencias de ciertos panegiristas, que se obstinan en tapar con un dedo... la mediocridad, aquí si aparecen toros; mientras que en el coso mayor del mundo, lo que se ve en promedio... son pequeños animalitos con apariencia de novillitos, tan mansos, con un comportamiento de... bobitos. Pequeñajos que acuden sumisamente a la muleta como un perrito faldero. Y este alarmante descastamiento sólo en las ganaderías mexicanas comerciales, las está llevando a la mansedumbre con peligro.
Dicho lo anterior... y habiendo hecho la aclaración para algunos que hablan de la fiesta española sin conocerla (y todo hace ver que tampoco conocen la de México), me permitiré proseguir con el tema.
Vimos salir seis pablorromeros de impecable presencia... tan hermosos no sólo para la fotografía... para un lienzo, pero han sido tan mansos, tan descastados y tan inválidos, que eso provocó la inmediata desilusión en los aficionados.
Salieron seis... y se devolvieron tres... primero, tercero y quinto; siendo sustituidos por dos marrajos de Puerto Frontino que no es más que Guardiola... Predajas. Y uno más de Soler Escobar, como quinto bis, que también ha sido pésimo.
¡Vaya que tuvo trabajo Florito!, y a pesar del desgano de su “cuadrilla”... los cabestros, él acabó devolviendo al corral a los inválidos, con tres soberbios pases de pecho en la puerta de toriles... por supuesto, atrás de tablas.
¿Qué pedir ante este contexto a los toreros?
Simplemente que justificaran porque son toreros... nada más. Pero esto no ocurrió con Manolo Sánchez, quien vivió el miedo más asfixiante que haya tenido. Huyendo del compromiso. No se requerían faenas bonitas, sino hacer gala de la técnica para lidiar con grandeza y después de haber lucido como toreros... entrar a matar.
No... simplemente no pudo Manolo Sánchez, y no hay nada más que contar. Porque esto de hacer notar sus miedos, sus desconfianzas... su falta de valor y aguante... ¿para qué?
Víctor Puerto... en su afán de agradar sin una planeación, equivocó los procedimientos y de inmediato se dio a dar pases con ambas manos, en lugar de lidiarlo. Era obvio que el animal era peligroso, recortaba la embestida y esta pendiente de herir al torero. Pero... cuando se empecinan por hacer a un lado la serena inteligencia, mejor ni decir nada.
Y es que Víctor con su segundo, hizo lo correcto al inicio de la faena... inició con doblones... lidió al peligroso marrajo, y ahí tenía que acabar todo. No obstante quiso construir una faena con base en series con ambas manos y eso era imposible. Se tuvo que dar cuenta cuando un fuerte derrote, sin consecuencias, le hizo notar su error.
El señor José Pacheco El Califa, es un torero que tiene a su favor, el firme deseo de siempre salir a justificar el por qué está en el cartel. Y lo hace con creces. Con el tercero de Partido de Resina, que sería devuelto por inválido, dejó dos bonitos lances y una soberbia media, que fue aplaudida con reconocimiento.
Con el primer sobrero... no critico que hiciera la pierna hacia atrás, pero aguantó a ese ferrocarril en unos lances que fueron poderosos y lograron centrar al toro. Fueron suaves los pasos de tanteo con los que mostró su planteamiento, pero el bicho tenía su peligro y lo comenzó a externar, y así sumaron pases con la mano diestra y en un remate el toro hizo por él, por fortuna... sin consecuencias.
El valiente Califa se incorporó y fue de inmediato con la mano izquierda a dar la respuesta con tres intensos pases; y luego... el astado se echaría, para breves momentos después sacarle una serie meritoria con la diestra.
El Califa se entregó con la espada dejándola en todo lo alto, pero sus nervios le hicieron precipitarse e ir a dejar un descabello que logró hacer sucumbir al burel; y entonces le pidieron saliera al tercio para ovacionarlo.
El sexto fue otro toro imposible... y ahí el banderillero Pedro Vicente Roldán después de un excelente par, salió agradecer las palmas en el tercio.
La afición, entrega e indiscutible voluntad del diestro de Játiva, le obligó a tratar de extraer algunos pases, pero el toro era violento y acudía con arreones, así no se puede hacer nada, y el loable esfuerzo de El Califa se le agradece y reconoce.
Siempre habrá algo que destacar cuando se enfrenta al toro, por muy malo que sea, y en el caso que hoy nos ocupa... destacar la determinación y el valor de El Califa, es nuestro deber.