Cuando llegabamos al coso venteño, se escuchaba en la voz de casi todos los aficionados: "El cartel mejoró y mucho gracias a que torea el francés".
Era verdad, el cartel que no decía mucho con El Fandi, y tras su lamentable cornada de la que deseamos pronto se recupere; el cartel tuvo un repunte al haber incluido acertadamente a Sebastián Castella, quien estuvo como siempre... entregado, pudiéndole a sus ejemplares de Núñez del Cuvillo, al margen de que fueran malos... sosos, descastados, de una mansedumbre bochornosa.
Para Sebastián no existe enemigo pequeño, sale a enfrentarlo con grandeza y, por supuesto, que acaba convenciendo a todos los que le ven.
A su primero le dio unos aseados lances a la verónica, destacando uno que ha sido tan ceñido como inspirado. Con la tela roja... decidido y tras agradecer respetuosamente en los medios el apoyo que el público le ha brindado... les brindó su faena, y ahí en los medios decidió citar al toro de Núñez del Cuvillo... le llamó, lo esperó gallardamente y cuando estaba a punto de llegar a la jurisdicción del brillante torero galo, hizo un cambio y envió la muleta atrás de la espalda, por donde pasó el toro con la fuerza de un ferrocarril, sin inmutar al valentísimo torero... y entonces se escuchó el primer estruendoso... ¡olé!
En Madrid se sabe reconocer a la gente que vale, y Sebastián vale y mucho.
Proseguiría su faena con bonitos trazos con la mano diestra, que no tuvieron la intensidad de otras tardes, por lo descastado del bovino. El lado izquierdo se hizo presente y hubo un natural profundo. Sebastián... no dejó de estar buscando con afán... el triunfo, pero no sólo por el triunfo mismo, sino porque tiene el suficiente argumento para encontrarlo. Así hizo que el astado embistiera en redondo, demostrando que cuando se quiere... se puede, y se logra trascender.
Pero... no fue esa gran faena como las que le hemos visto en otras ocasiones, y por eso acabó escuchando emotiva ovación.
Lo anterior no hizo decaer al diestro de Bezièrs, por lo contrario; se creció ante el reto y a pesar de que fue un inválido el que tuvo como segundo oponente, salió a demostrar su valía torera.
El prólogo fue contundente... por alto, para darle respiro y renovarle fuerzas al inválido; y esto fue prodigioso, porque se fue Sebastián a los medios y de ahí citó de largo con la mano diestra al burel, y aguantó la embestida. Le fue extrayendo muletazos a media altura, templados y con cadencia, que impactaron en el ánimo de los buenos aficionados.
El error de nuestro admirado torero francés, fue que bajó la mano al inválido y, por supuesto, que tenía que sucumbir el burel. No obstante, reflexionó de inmediato dándole el tan necesario respiro, y volvió a trazar otra serie con la diestra que fue ejemplar por su concepción. Penosamente por sus fallas con el acero, se le fue una oreja a Sebastián, y todo quedó en una estruendosa ovación en el tercio.
Quienes han demostrado que son una lamentable vergüenza... han sido Salvador Vega y Miguel Ángel Perera.
Tuvieron toros a modo, que no pedían ningún esfuerzo que no fuera el de convencer que son toreros, y esto no ocurrió.
Salvador Vega ha sido un océano de ineptitudes, de falta de voluntad, y así difícilmente se puede ser torero. Quizá exista otro camino mejor para el joven Vega, que vaya más a su desconfiado aire.
Y... Miguel Ángel Perera, al margen de que en su primero estuvo desastroso; tuvo al mejor toro del encierro... el sexto, que peleó con el caballo y que llegó muy bien con la muleta, pero Miguel Ángel se conformó... ¡sí!, se conformó con tratar de imitar la actuación del señor Catella, se fue a los medios y dejó un péndulo que no acabaría aguantando a la tercera embestida, y luego vendrían series con la diestra. Salvo la primera que más o menos pudo extraer con cierta limpieza, a pesar de que los pies daban bastantes pasitos por desconfianza, lo que siguió ha sido un compendio de vulgaridad.
El señor Núñez del Cuvillo envió un encierro flojo, mansos los cinco primeros... pero toreables, bravo el que cerró plaza, y salvo Sebastián Castella, los otros dos que completaron el cartel no pudieron.
En fin, lector amigo, que no se puede así. Porque cuando de pronto el espíritu se anima con la aportación artística del joven torero francés, y se comienza el camino hacia lo épico; salen estos señores que se dicen toreros... y hacen pedazos a la inspiración.
Nota: Mañana, lo que solicito me sea disculpado con antelación, dejaré de hacer la crónica de la novillada de feria, ya que obligaciones del canal 11 de televisión de México me obligan a desplazarme a Aranjuez. Sin embargo la crónica de dicho festejo, del día de San Fernando, les será enviada y estará disponible en Opinionytoros en su sección de Noticias.