Sigue la ampulosa tregua anunciada por nuestro gobierno y el partido, los partidos que la sustentan. Sigue la tregua que han inventado para justificar su rendición y los manejos que en la trastienda se trae el Sr. Presidente “El flautista de la Moncloa”.
Hoy ha seguido la tregua en Madrid. De ninguna importancia se puede considerar que cientos de personas hayan visto mutilada su libertad de estar donde les plazca, ya sea en sus trabajos o paseando, pues les han tenido que desalojar de allí por culpa del coche bomba: cosas de la libertad que defiende este gobierno mágico y milagroso. Pero todo es igual, lo importante es la careta y el escaparate de lo que nos quieren vender. A mayor gloria del inquilino de la Moncloa, prestidigitador consumado, que convierte el agua en vino y las bombas en treguas. Nunca en la historia hubo un mago mayor.
Se han empeñado, con un maquillaje que ya huele mal, en contarnos milongas sobre las supuestas treguas de un grupo de asesinos que, a través de intrincados mecanismos, ha logrado instalarse, a lo que se ve, con más derechos en la mente del presidente que cuantas víctimas adornan la reciente historia de España. Juega y juega y en este juego macabro, sólo tiene sitio para tender manos a los asesinos, separatistas, islamistas, etc. y cuanto pueda suponer ofensa para una buena parte de España.
También están en tregua los buenos modales, la educación, el respeto a cuantas cosas forman parte de la historia, la cultura y las costumbres de muchísima gente. Ejemplo reciente el del “dúo del esperpento” en Israel. Menos mal que Moratinos, que es el locutor del circo en el que han montado nuestra política exterior, ha dicho, pomposamente, que la culpa fue de la floristería. Y nosotros creyendo que esos dos, y otros muchos, eran unos impresentables. Pues no, la culpa de la floristería. En esta España de TBO, todo es ya así. Así de penoso.
Sigue la tregua, autodefinida por Zapatero, y todos tan contentos. Ni siquiera es importante el movimiento y desplazamiento de todos los servicios de emergencia de Madrid. Pecata minuta. Para nuestro gran prestidigitador y sus medios afines, la culpa de todo la tiene el PP. Como no pudieron acabar con ETA cuando gobernaron tiempo atrás con el Gal, ahora optan por acabar con las víctimas en la segunda versión de esta película de terror. El caso es intentar pasar a la historia, cuando ya han pasado por otras muchas cosas.
Yo, que he visto el humo de esta última explosión, se me antoja que adquiría figuras en el cielo, como esas nubes blancas que se prestan graciosas a la imaginación. Y he visto muy clarito en los rebordes del humo a un Ternera que reía, -hasta ahí normal- y a su lado otra sonrisa conocida hasta la saciedad: nuestro presidente contento con la tregua que le permitirá cargarse el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, la Ley de Partidos, reformar los Estatutos de Autonomías de sus socios catalanes y posiblemente vascos, etc. Y frente a esto, atónitos, los ciudadanos españoles que cada vez quedarán menos tras las reformas que ya se han operado incluso en su propio partido.
Y a todo esto, uno que lleva toda la vida perdido en el campo, como aquél del anuncio, que preguntaba ¿y el Madrid otra vez campeón de Europa?. Este pregunta ¿y sigue la tregua dictada por Zapatero?. Lejos del humo, como las gentes de Barcelona, pueden preguntárselo y hasta desear que el truco del mago de la Moncloa puede hacerse realidad. Lo malo es que ese cuento cada vez es más difícil que alguien lo pueda creer. Antes con Ternera, Otegui y Carod que con Rajoy. Pues muy bien. Yo ya empiezo a ver a D. Mariano con una cara asesina que asusta y los otros tres me empiezan a parecer los gestos más amables vistos en España desde hace mucho tiempo. Habría que remontarse a San Juan de la Cruz, para encontrar más dulzura que en sus rostros. Cuando Zapatero, tras estos éxitos a costa del resto de los españoles, gane el Nobel y se haga Papa, puede incluso proponerlos para su beatificación. Al tiempo.
Sigue la tregua, pero las imágenes de televisión no engañan. Bien es cierto que no enfocan ni la Moncloa ni a Barcelona. Luego, lo que vemos será un sueño o una maldad de los fachas que siempre están jodiendo por joder. El caso es que quedan muchas cosas por saber, y se sabrán, y a los del PP y a la gente seria, entre ellos socialistas, les tocará seguir jodiendo. Que poco agradecéis al presidente su esfuerzo por dialogar. La pregunta es ¿con quién?.
