Respecto al rejoneo, habría que convenir que, gracias a Pablo Hermoso de Mendoza podemos hablar ya del antes y después de este gran señor del toreo a caballo. Este caballero navarro de Estella ha puesto el rejoneo como en los mejores tiempos de Lupi o, más tarde, cuando irrumpió con toda gloria en los ruedos del mundo, Joao Moura. En esta ocasión, formando triunvirato en el cartel con Álvaro Montes y Fermín Bohórquez, el rejoneador navarro ha dado la medida total de su grandeza como jinete, como rejoneador y, ante todo, como torero a caballo.

Respecto al rejoneo, estos festejos tienen un público adepto que, en definitiva, le dan grandeza a este espectáculo. Mucho me temo que, nada tienen que ver los espectadores de las corridas normales con los festejos de rejones. En éstos, la alegría se palpa por doquier y, con toda seguridad, todo eso ocurre porque la ocasión así lo requiere. No es ninguna broma y, mucho menos, el quehacer de Pablo Hermoso que, con toda seguridad, su labor, es tremendamente hermosa. Pudo haber salido por la puerta grande pero, un fallo con el rejón de muerte se lo impidió. Cortó una justísima oreja, al tiempo que era aclamado como un auténtico héroe. Y, en el rejoneo, Hermoso de Mendoza, lo es. A las pruebas me remito. Ahí están sus triunfos en México que, durante varias temporadas, el rejoneador estellés, en santo y seña en aquella afición; como igualmente se ha consagrado en España y para el mundo. Madrid, una vez más, ha gozado con su toreo, con sus quiebros, con su forma de entender este bello espectáculo, cual es y conforma el rejoneo. Hermoso ya ha superado con creces al inigualable Manolo vidrié que, en su momento, resultó ser el mejor torero a caballo que teníamos.
La grandeza de Hermoso, entre otros muchos logros, ha sido el auge que le ha dado al rejoneo puesto que, a su sombra, han nacido innumerables toreros a caballo, entre otros, este Álvaro Justo que, con la lección bien aprendida, ha cortado una digna oreja en Madrid que, con toda seguridad, le hará caminar por los ruedos de España. Su labor, impregnada por su digno quehacer, ha encandilado a la afición de Madrid y, ésta, en gesto de reciprocidad, no ha dudado en premiarle con toda justicia. Se trata de un torero valeroso, con la lección muy bien aprendida y que, sin estar al lado de Hermoso, con toda seguridad, su labor brillaría mucho más. Actuando con el navarro, por un lado, tiene el acicate de la superación y, por el contrario, la pena de ser que, superarle, es algo muy difícil. En todas las facetas, como se comprueba, existe el número uno y todos los demás; en el mundo del motociclismo, por ejemplo, está Valentino Rossi y, acto seguido, una formación de grandes corredores pero que, nadie puede igualarle; en el rejoneo, actualmente, pasa lo mismo: Hermoso de Mendoza y, todos los demás.
Fermín Bohórquez no tuvo su día. Su voluntad se vio truncada por la adversidad ya que, en uno de los lances, el toro arremetió contra el caballo y, a punto estuvo de sufrir un serio revés. Son esas actuaciones que, poniendo todo el empeño, demasiado corazón y una voluntad de hierro, al final, no sale nada de los previsto o soñado. Bohórquez sabe montar, es un perfecto caballero en la monta porque, si no supiera él, apañados estábamos. Pero una cosa es el saber montar, cabalgar con donaire, conocer las suertes y, a su vez, practicarlas con destreza pero, para colmo de las desdichas, en esta corrida, Fermín, tenía como compañero a Hermoso de Mendoza que, con toda seguridad, le apagó todas las luces y, su actuación, tuvo muchas sombras. No era el día y, otra vez será.