Si cada tarde, sentado en la plaza de Las Ventas, sufro por cuanto sucede, -por cuanto no sucede- en el ruedo, ayer hubo que sufrir por cuanto sucedía en otro ruedo español: el Congreso de los Diputados. Allí, expresión máxima de la soberanía popular, un iluminado, destacado líder de nuestro gobierno, dio un paso más camino de la cuesta abajo.
Teníamos un pacto que nos garantizaba una política y una sola dirección en contra de los asesinos de una banda criminal y terrorista que viene matando y chantajeando a buena parte del pueblo español. Existía un acuerdo de los dos partidos mayoritarios que deja claro, clarísimo, que a esos ni agua, solo persecución y justicia. Lo firmaron y esa firmeza empezó a dar sus frutos cuatro años ha. Ahora, a la sombra de otros intereses y otros apoyos -que mas que apoyos, son ¡la polla! (gallina joven, para los que busquen otra interpretación), se da una media a la remanguillé y se cambia todo. Una escenificación para dejar sólo al PP. ¡Toma soledad!, con diez millones de votos detrás, más los que de inmediato y desde las mismas filas del PSOE se han de trasvasar ante tal despropósito. Recuerda aquél chiste de los dos mil chinos llorando por la Puerta del Sol, que cuando llegó el guardia y les preguntó que les pasaba, respondieron ¡nos hemos perdido!.
Perdidos si que están quienes por arañar no se sabe bien qué, pretenden enterrar el pacto que mejores resultados ha dado en la democracia y sustituirlo por un pactito con independentistas, comunistas, nacionalistas, advenedizos y otros de especie similar. No es difícil interpretar que ceden sus apoyos para sacar algo en alguna dirección; que en cualquier caso no será en la dirección de España ni de su Estado, en el que cuestionan, incluso, al Jefe del mismo, el Rey.
Pero hay más. Detrás de este pactito para conversar con los amigos del de Perpiñán, queda la ignominia, el desprecio y la humillación a quienes dieron su vida, su sangre, fueron y siguen perseguidos por defender ese Pacto, del que presume Zapatero que lo indujo él, y los valores eternos de la libertad y la democracia. Demasiado como para no sentirse ofendidos y humillados. Llega uno a la conclusión que este presidente es amigo de estar inventando cosas y cositas todos los días y jugar a hacer apuestas para entretenerse y aumentar su vanidad. Si la soberbia de Aznar fue criticada, esta vanidad casi esquizofrénica del “flautista de la Moncloa” pasa por ser muy preocupante y peligrosa.
Uno que, entre sus mejores valores, guarda el respeto por cuantos dieron su vida por defender, incluso lo que el propio Zapatero les pidió, no tiene por menos que hoy sentirse escandalizado por este cambio de chaqueta. Pero claro, yo no soy una víctima, ni he tenido que vivir perseguido y con escolta las veinticuatros horas del día; ni me han insultado ni conculcado mis derechos de ciudadano, ni extorsionado... Imagino qué han de sentir toda esa gente y me horroriza pensar que esas madres, esos hijos, tengan que preguntarse para qué dieron su sangre y sus vidas. ¿Para qué?, ¿para que un iluminado quiera hacer de las suyas y tener unas cuantas fotos más o para que se haga justicia y esos muertos den valor añadido a la democracia, que es de todos, pero principalmente de los que dieron su sangre para que fuese así?.
Desde el 11M la maquinaria no ha parado de inclinar, cada vez más, la cuesta abajo. Aquellos gritos de ¡queremos saber!, se han convertido en un ¡qué más da!, y entre tanto se van quedando jirones de insolidaridad por el camino. Ni agua, ni educación; solo bodas gays y a charlar con ETA que esos si que son buena gente y no los radicales del PP o la AVT. Esos “radicales”, son los que le aceptaron el cacareado Pacto por las Libertades y el Terrorismo que él dice impulsó. Ahora como no quieren hacerle caso en el nuevo invento, son radicales. Radical él, que sólo ve con buenos ojos a los que le van riendo sus gracias, aunque en este caso sea una gracia macabra, donde perseguir al fugado Ternera, no será para detenerle, sino para charlar con él.
Sr. Zapatero, cada día es usted menos presidente, pues cada día es más pequeña la España que le nombró. Cuando esos amiguetes que se ha buscado le hayan sacado de todo, incluso de dudas, solo le quedará una población más pequeña que Andorra, lo demás todo ETA y ERC. Pero tendremos el PLUS en abierto, idea que también lidera para contentar a otros, y podremos ver los partidos entre los de Carod y Ternera. Empate a cero, y España, la nada. La cuesta abajo está cada día más inclinada. Suya, Sr. Zapatero, es la responsabilidad
Con mi mayor apoyo y respeto por las víctimas del terrorismo.
