A los toros del encaste de Saltillo... hay que poderles por su fiera codicia. Sí... son más cómodos que los demás encastes, pero acaban siendo más agresivos en su acometer y no permiten dudas a los toreros. Y cuando salen complicados, hay que poderles... ¡aún más! Lo que implica un reto para medir las capacidades de los toreros.
En la primera corrida de la Feria de San Isidro 2005, se han lidiado toros de don José Escolar Gil, cuya procedencia actual es saltillo-albaserrada. De los seis toros lidiados, diremos que los cinco primero estuvieron justos de presencia, mientras el que cerró plaza, mostró su impeclabe trapío.
Con relación a su juego, el primero dio una vuelta de campana al embestir tan humillado, hecho que seguramente le afectó, porque los toros, también se afectan de estos percanses y de un mal y abusivo tercio de varas.
Este ejemplar que abrió plaza, llegó a regañdientes al caballo, rascando la arena en la faena de muleta, no obstante, eso no le impidió en los contados momentos que se lo pudo pasar El Fundi, mostrar calidad en su embestir.
Los restantes, pelearon en caballos recibiendo fortísimo castigo, lo que de inmediato los mermó, siendo incierto el segundo, y los demás tras salir de su encuentro con los piqueros caludicaron... pero no en la faena; y no obstante, a pesar de la pésima lidia que los alternantes pudieron ofrecer, nunca desarrollaron malas ideas.
Estamos de acuerdo que tan pronto claudicaron debieron haber sido devueltos por el presidente, porque el público lo exigió así, y porque se tiene que lidiar el toro íntegro en todo lo que su integridad representa.
Y sí, efectivamente no fue un buen encierro el de José Escolar, pero en México... que tenemos este encaste, y a pesar de que algunos hablen de él sin conocerlo, hemos visto sumar importantes faenas a toros con peor nota... porque todos los toros tiene su lidia, y eso es un hecho irrebatible.
No... no se esperaban faenas plenas de belleza, sino una demostración de la capacidad táurica del diestro, para resolver el ostensible problema que tenía en el redondel.
Por ejemplo, José Pedro Prados El Fundi... se vio tan impotente para lograr entender a sus dos toros, que su falta de calidad se tornó asfixiante. Tenía que tirar del toro... llevarlo embebido en la muleta, mandar sobre este y aguantar... pero no, sus dudas eran escandalosas, y no pasó más del aburrimiento en sus dos ejemplares. Cosa extraña en él, porque si hablamos de valor... él ha enfrentado a los temibles miuras.
Peor se vieron Domingo López-Chaves, al que hemos visto mal en México. Domingo anduvo sin poderles a sus ejemplares, y con crecientes dudas; tratando de ocultar sus incapacidades con absurdas valentonadas, que por falta de una sólida técnica, poder y aguante, no le dejó domeñar a los bureles que compusieron su lote. Así se vio mal él, y peor su toro.
Ángel Gómez Escorial, es el caso de un muchacho que anuncia todo... una gran faena, como sucedió este miércoles que se fue decidido a instalarse de hinojos frente a la puerta de toriles desde el tercio, para esperar la salida de su astado. Cuando el toro lo ve y hace por él, a su primero le dio una larga y ya incorporado unos lances a la verónica por piernas sin poder establecer el ordenamiento de que él era quien mandaba en el redondel y no el burel de José Escolar.
Acabó naufragando en su faena de muleta, por el oceáno de dudas que le invadió, no le permitió a la serenidad acercarse y la faena decayó en el total aburrimiento, porque el toro... que ni por mucho era bueno, se le impuso.
Alarmante situación vivió con el que cerró plaza, cuando tras esperarlo afuera de la puerta de toriles... desde el tercio, el toro le arrolló y le tiró un peligrosísimo derrote en el cuello, que por fortuna... y hasta donde sabemos, no le dañó.
Ángel regresó al ruedo y se le aplaude su decisión, sobre todo, después de haberse desvanecido hasta en dos ocasiones.
Sin embargo, la realidad enseña que nada pudo hacer... no tuvo sitio ni oficio... ni una técnica que lo apoyara, para poner al toro bajo su mando y extraerle pases meritorios.
Ha sido una tarde inhóspita... sí, por el encierro, y porque además el presidente... José Manuel Sánchez, no entendió que debió haber devuelto, por lo menos tres toros que mostraron cierta invalidez, y que el propio público exigió.
La fiesta debe ser íntegra... ¡siempre!
Pero... también porque debe haber toreros, que se impongan ante la adversidad y encuentren la lidia adecuada hasta en los toros más complicados.