Si señor, en capilla y con ganas de que llegue ya mismo. Esperemos, que dentro de unos días, no tengamos ganas de que pase lo más rápido posible. Sí, porque la feria de San Isidro, tiene tantos condicionantes positivos, como negativos y según se vaya desarrollando la misma, 23 días de toros seguidos pueden ser terribles, o en cambio desearemos que no acaben nunca.
Por unos días, Madrid se convierte ahora más que nunca, en el centro del toreo, centro que ostenta, domingo tras domingo, pero que en la feria de San Isidro se acentúa mucho más, por meritos propios.
En estos días, también veremos circular por los tendidos, los vasos de wisky, los claveles en las solapas, los trajes, los escotes y tantas y tantas cosas, que durante el resto del año no vemos ni en pintura en los vacíos tendidos de la plaza de Madrid, la verdad es que, por un lado da rabia el pensar en la cantidad de gente que viene a lucirse a la feria y por otro lado, al igual que cuando salen toreros que arrastran masas, tipo “El Cordobés”, tenemos que estar agradecidos de estos pseudo aficionados, que por lo menos traen algo de ingresos y de caras nuevas a esta fiesta, que creo personalmente que esta un poco en decadencia.
Aficionados, por un lado, a plaza llena y por otro lado, toros y toreros que llenan una cartelería, que se me antoja personalmente, un poco pobre y algo escasa en lo que respecta a toreros y ganaderías. En lo que respecta a toreros, no son muchos los nombres que echo en falta, con lo que pienso, que tampoco hay mucho donde rascar, eso si alguno me falta, pero donde lo veo grave es en el tema de ganaderías, en donde encuentro salvo algunas excepciones de apellidos Martín, algunos hierros que por trayectoria, tanto dentro como fuera de la plaza de Madrid, no merecen estar, en la considerada 1ª Feria del Mundo. Pero bueno, la suerte está echada y que sea lo que Dios quiera.
Por mi parte, pedir que aquellos toreros que vengan con disposición de triunfar, porque esa es otra, esta claro que no todos los que vienen a Madrid, vienen con esa disposición, también hay muchos que vienen a cumplir por compromiso. Pues bien, esos toreros, que sí vienen con esa buena disposición, que tengan suerte en los lotes, porque al fin y al cabo su suerte será la nuestra, también que los ganaderos echen todos los toros buenos con recorrido y con importancia o por lo menos que echen unos pocos, que algo siempre será algo. Y aunque, se me antoja que será inevitable, que los percances si tienen que suceder, que sean lo más reparables posible.
Así, que sin más, que Dios reparta suerte para todos y cuando digo para todos, es para todos todos, toreros, ganaderos y aficionados de los que vamos todos los días, porque los otros al fin y al cabo, ya triunfan con salir en la tele y que se les vea por el tendido, con fulanito, menganito, el J.B. y el clavel.