Cada vez que llega el final de la temporada colombiana en el mes de febrero, los aficionados taurinos guardamos nuestro avíos en el cuarto de san alejo, o en los rincones taurinos, o por allá olvidados en cualquier closet esperando hasta el año siguiente para poder desempolvarlos. Se viene un larguísimo tiempo en el que la sequía de toros es inevitable. La llama de la afición a la fiesta se aviva tenuemente con coloquios, tertulias, las corridas que trasmiten por televisión española, o el seguimiento permanente de la temporada europea por internet. Pero hace falta el espectáculo, ver toros.
En México se vive más continuamente la fiesta con ferias por todo el territorio azteca, por ejemplo, se celebra por estos días y con gran éxito la feria en Aguscalientes y luego vienen otras ferias importantes. En Perú también se viven continuamente durante todo el año las ferias de provincia..
En Colombia hay actividad taurina en la provincia, pero se vive un poco de lejos hasta que llega la feria de Sogamoso, allá por el mes de Julio, y luego se celebran algunas corridas en ciudades del Valle del Cauca y poco más hasta llegar al mes de noviembre en el cual se anuncian las ya tradicionales novilladas de promoción, en la que fue pionera Manizales.
Este año la plaza de Cali, liderada por su gerente, José Mejía, anuncia tres corridas de toros para el mes de julio con carteles llamativos que seguramente revivirán días de feria decembrina en Cañaveralejo. Lo que pensaron los directivos de la plaza caleña es que es mejor tener a la afición conectada con el espectáculo taurino y así obviamente será más fácil que adquieran los abonos para el fin de año, pura labor de marketing, pero del que sirve, les das toros para que no olviden que la fiesta continua y que no hay que esperar hasta diciembre para volver a la plaza. Se acercan los toros a la gente y se mantiene viva la afición. Bogotá seguirá con su temporada de novilladas de Agosto, esta vez colofonada con una corrida de toros.
Estos experimentos deben continuarse para crear una verdadera temporada de mitad de año. Para no tener que esperar los casi diez meses que tenemos que esperar para ver toros y saciar la afición desde mediados de julio en adelante.
Por ahora se anuncian festejos con toreros nacionales y la presencia de algún torero español que puede abrir un hueco en su temporada europea, pero porque no pensar en un mini-circuito similar al de la temporada grande con festejos en las plazas más importantes del país con la presencia de los mejores toreros colombianos y de América.
Que si no vienen las figuras españoles es un imposible dar estos festejos. Pues no señor. Ahí están todos los toreros colombianos dispuestos a mostrar sus cualidades y ganarse un cupo para las ferias grandes de diciembre y enero. Empiezo: Sebastián Vargas, “Dinastía”, Ramses, Manuel Libardo, Alejandro Gaviria, Pepe Manrique, Ricardo Gómez, Cristóbal Pardo, Ramiro Cadena, “Guerrita Chico”, Paco Perlaza, Diego González, Cristian Restrepo, Perla Ruiz, etc. Hay algunos que por lo apretado de los cupos en las ferias grandes no les han podido ver en otras ciudades, pues que mejor ocasión para verlos que en mitad de año. En Cali, por ejemplo, podrían ver a Cristóbal Pardo, a Ramses y a Manuel Libardo, en Bogotá veríamos a “Guerrita Chico” y a Perla Ruiz, en Medellín a Sebastián Vargas, a Ramiro Cadena y a Cristian Restrepo.
Y para dar más variedad e integrarnos con nuestros países taurinos hermanos se pueden anunciar carteles con los toreros que más brillan en América. Se generaría hermandad pero también competencia de la buena O es que un cartel con Zotoluco, Leonardo Benítez y Paco Perlaza no generaría expectativa en cualquier ciudad de Colombia, o juntar en un mismo cartel, para medir fuerzas, a Cruz Ordóñez, Cristóbal Pardo y Rafael Ortega no sería atractivo. Porque un espacio más adecuado para haber visto a Juan Carlos Cubas en Cali era una corrida de mitad de año y no ocupando un puesto en la feria, se le hubiera medido mejor. En Bogotá por ejemplo, se pueden celebrar las novilladas de Agosto, la corrida de toreros colombianos de primer nivel y luego una corrida latinoamericana con cualquiera de los diestros que acabo de mencionar como colofón a la temporada de verano, eso si, con una ganadería importante. Todo esto serviría para que todos nuestros toreros vivieran la fiesta en otros países del continente y a su vez lo aprovecharan para estar a punto para el final de año y de paso, si triunfan a lo grande, ganarse un puesto en las respectivas ferias americanas.
El mundo tiende a unirse y los fenómenos económicos y políticos del orbe no debe ser ajenos a nuestro espectáculo taurino. Debemos crear la gran zona taurina americana en donde compartamos toreros de un país a otro así como ya se hace con las ganaderías. Porque debemos estar preparados para cuando, por cuestiones económicas, los toreros españoles no puedan ser contratados en nuestras ferias.
Es cuestión de ponerle un poco de imaginación y ganas y podríamos tener una temporada de mitad de año grande, americana, que nos permita ver toreros de los que tan solo sabemos por internet y que pueden ser toda una sorpresa.
Nota: El mejor regalo para la celebración de los 75 años de la plaza de Santamaría es ver anunciados en el mismo cartel al maestro de maestros, César Rincón, con los toros más importantes del país, los “Mondoñedos”.