Las formas del toreo actual están llenas de vicios en la manera de interpretar las suertes. Nuestro compañero, Fernando Marcet, describió en unas puntuales y acertadas explicaciones, la ventaja que representa torear con un estoque simulado. Ahora quiero puntualizar en ciertas posturas de los toreros modernos que hacen que el toreo resulte menos profundo y sin verdad.
Los toreros de la actualidad han cogido el vicio de dar los derechazos con el brazo izquierdo totalmente desgonzado, dejándolo como muerto, con la lógica consecuencia de un muletazo sin profundidad porque el cuerpo no puede estirarse todo lo que da de sí, perdiendo mando y largueza en el pase. Si quieren hagan la prueba, cojan cualquier manta que represente la muleta e intenten dar un muletazo largo, haciendo lo posible por llevarlo hasta detrás de la cadera, dejando la mano izquierda en su caída natural. El cuerpo no puede dar toda su dimensión, por consiguiente se tiene que dar un medio muletazo en donde sólo se acompaña al toro y este va a su aire. No hay mando. Ahora inténtenlo con la mano izquierda colocada en la cadera y verán como automáticamente el cuerpo gana en longitud al estirarse mucho más y por lo tanto se puede dar un derechazo largo, en el que se va a llevar al toro empapado en la muleta, exponiendo mucho más y toreándolo de verdad.
Todo esto viene a cuento por la faena realizada por César Jiménez, el viernes de farolillos en la feria de Sevilla, en donde se pudo observar perfectamente escenas de buen toreo y otras de toreo insulso y de solo postura de una tanda a otra. Jiménez desaprovechó toda la bondad del toro de “Torrestrella”, que iba larguísimo, que era pronto y que se desplazaba con son, al utilizar el vicio moderno de dar el medio derechazo sin mando y sin llevar al toro toreado. Corrigió cuando toreó con la mano izquierda en donde si llevó al toro estupendamente y ligó excelentes muletazos. Por favor, si tienen la película, miren la lidia del quinto toro con detalle y se podrán dar cuenta que cuando Jiménez toreó con la mano derecha – bueno, torear es un decir - nunca colocó la mano izquierda en la cintura y por tanto no se pudo estirar bien y se conformó con colocar el cuerpo estéticamente, metiendo riñones como hacía “Joselito” y solo acompañó el viaje del toro y cuando toreó con la mano izquierda, aquí si cabe esta expresión, si llevó la mano derecha detrás de la cintura y le permitió dar dimensión al muletazo y bordó el toreo.
Estos vicios modernos desafortunadamente se van pasando de generación a generación. Los toreros de hoy en día quieren componer la figura lo más bonito que se pueda y acompañar la embestida del toro, pero no torear y privilegian la estética a la profundidad . Todo esto hace parte del legado del toreo de “Joselito” y Enrique Ponce, dos de los diestros que mandaron en el toreo en los años noventa, bueno, digo mandar por significar que fueron los de más vitola en esos años, y se van volviendo espejos de los demás sin merecerlo. Pero con sus prácticas fueron degenerando el toreo verdadero. El de Madrid puso de moda eso del brazo izquierdo como muerto moviéndolo de manera pendular dándole golpecitos al muslo para luego dar un medio derechazo sin mandar en el toro. El de Valencia puso de moda ese toreíto estético pero carente de profundidad y con la presencia del pico, con esos derechazos sin colocar la mano en la cintura dando también solo medio muletazo pero encandilando a la masa con la posturita que adoptaba. Ese legado del toro de Peralta de las fallas del 92, cuando con la televisión en directo se lanzó como figura, ha hecho mucho daño, porque todos los que siguieron a ellos han optado por dar el derechazo con ese brazo muerto, imitando siempre lo malo y dejando el toreo puro a un lado. Hay algunos otros que van más allá y colocan el brazo izquierdo levantado en ángulo de noventa grados, como pidiendo al cielo un milagro, desluciendo aún más los muletazos, como lo hace Antonio Ferrera.
Ahora es Jiménez que cree que “abandonar el cuerpo” es relajar el brazo al estilo “Joselito” y dar derechazos sin mando ni largura. Dejó ir al toro por el pitón derecho y cambió un triunfo de clamor por dos buenas series con la mano izquierda, esas sin con todo lo que debe tener un muletazo.
Nota: Seguimos en la campaña de solicitar que se anuncie en la temporada del 75 aniversario de la plaza más importante del país, la Santamaría de Bogotá, al torero más importante del país y de América, César Rincón, frente los toros mas importantes del país, los “Mondoñedos”.