En este período de nuestra corta vida como Web taurina, afortunadamente, hemos tenido distintas opiniones; centenares de las mismas que, cada cual, en libertad y con el criterio adecuado según la opinión de cada lector han sabido verter sobre nosotros, algo que agradecemos desde lo más profundo. En honor a la verdad, alguna de estas opiniones, sinceramente, ha quedado grabada en mi alma y, recuerdo que, en cierta ocasión, un lector amigo nos dijo que nosotros, www.opinionytoros.com éramos, para la información, lo que el tendido 7 para la defensa de los aficionados en Madrid. Honradamente, en honor a la verdad, entendemos que, es el mejor piropo que nadie nunca nos echó y, ciertamente, dudamos que nadie lo supere.
A modo de metáfora, si se me permite, quiero confesar que, en honor a la verdad, somos el 7; o al menos, sentimos de ese modo, algo que, honradamente, nos parece gratificante y aleccionador. Es un orgullo sentir de este modo y, para colmo, que los aficionados así nos identifiquen.¿Cabe mayor dicha? Me temo que es imposible. Y, enfatizo en aquello de que, sentir de este modo no quiere ello decir que seamos intransigentes o catastrofistas, como tantas veces se ha tildado al tendido 7 de Madrid. Es verdad que, el público del clavel, jamás verá con buenos ojos nuestras ideas y, lo que es peor, nuestros deseos; pero nos importa tanto la verdad que, estamos dispuestos a soportar cualquier opinión triunfalista; allá cada cual.
Estamos hablando de un espectáculo muy serio; un evento que, a diario, un hombre se juega la vida y, como tal, merece todos los respetos; si, pero con el condicionante de la más absoluta verdad; no nos sirve la parodia, ni el medio toro. Justamente, por todo eso, no comulgamos con la masa enfervorizada que, festivamente, sin percatarse del elevado importe de una entrada, soportan lo que les echen y, para colmo, aplauden. Nuestra opinión, a Dios gracias, está fundamentada en otras cuestiones más profundas. ¿O acaso, el 7 de Madrid, no ha roto en aplausos y vítores cada vez que la ocasión lo ha requerido? El hecho de ser justos no quiere decir que todos no tengamos un corazón que sienta, aunque, a su vez, gozamos de un cerebro para saber discernir puesto que, si dejáramos actuar sólo al corazón, como diría Oscar Wilde, estaríamos abriendo las puertas de la locura.
Aplicamos la razón y la lógica en todas nuestras actitudes, ante todo, porque sabemos lo que cuesta una entrada a los toros, no en vano, con nuestro dinero y nuestro esfuerzo, acudimos a los recintos taurinos, justamente, con el orgullo de saber que, con una parte de nuestro dinero, el torero, el que lo es de verdad, injusticias al margen, ha podido comprarse una finca. No somos serviles de nadie y, por el contrario, si estamos al servicio de usted, abnegado aficionado que siente como nosotros y que, a su vez, se siente defraudado cuando le han quitado la cartera de mala manera. ¿Se imagina alguien si todos los informadores del mundo pudieran hablar de este modo? Cuanto menos, dentro del periodismo, reinaría la verdad. Pero, ay amigo, qué fuerza y que poder tienen los pases de servicio que reparten las figuras a sus acólitos.
Como explico, con estas letras, mi único deseo es darle las gracias al lector que, en su día – y siento no recordar su nombre- nos regaló aquel piropo maravilloso que, por su verdad, nos pareció una sentencia admirable. Ese es nuestro camino y, con toda seguridad, nuestra meta. Somos el 7. ¿Se puede pretender ser algo más que velar por la verdad del espectáculo y promulgarlo a los cuatro vientos? A modo de metáfora, como explico, somos el 7. Luego, la gran verdad es que, en todo el globo terráqueo, quizás no seamos tantos.