Salieron a la luz pública los carteles de la feria más importante del mundo. La que se supone marca el derrotero de la temporada, la que da y quita, la que encumbra o hunde toreros.
Este año los carteles se esperaban con más expectación que en los últimos catorce años porque eran los primeros que armaba la nueva administración de la plaza de Las Ventas. Pues bien, como en las corridas de expectación, ha cundido la decepción.
Decepción porque los carteles han resultado caprichosos y en contravía de lo que quiere el aficionado. Han quedado por fuera toreros que habían hecho todo el mérito para incluirlos en la feria isidril y en cambio se siguen anunciando toreros que van y van a Las Ventas y no dicen nada. También hay capricho en la empresa en seguir anunciando ganaderías que exasperan al público madrileño. Es cierto que el menor número de corridas aprieta un poco más las oportunidades de los toreros, pero hay carteles deplorables pensando en quienes se quedaron afuera.
Hay algunos méritos como el juntar a Ponce y a "El Juli" en un mismo cartel pero esto se anula por la corrida inválida con la que van. En vez de anunciarse con una corrida de verdad. Cuando lo entenderán ?. Al menos debieron ir con la de El Ventorrillo. La feria tiene la lógica expectación de las seis confirmaciones que se anuncian, aunque unas con más mérito que otras. El cartel del día de San Isidro es muy bueno pero también la ganadería deja mucho que desear. A Jiménez no le debieron consentir que confirmara con los toros de su apoderado. Si es que no ha querido venir a Madrid en dos años !!!.
De los que quedaron afuera lo que más confunde es el mensaje de que si te va bien no vuelves, porque Antón Cortés, Curro Díaz, Abellán y hasta apurando, Sergio Martínez, fueron de los diestros más destacados del San Isidro 2004 y esta vez no van. A Abellán lo que le cobran es que lo lleve Victoriano Valencia, hecho como para pensar en acabar esa relación porque si Abellán no torea en San Isidro y no se muestra allí, entonces donde ?. Además, su apoderado si tuvo fuerza para exigir a Zotoluco, pero para su torero, nada.
A Díaz y Cortes ya les habían "premiado" el año anterior, aunque en la administración de los Lozano, con una encerrona en su mano a mano post San Isidro y ahora también les dejen apeados, como mandando un mensaje cifrado de que a los toreros que sacan la cabeza hay que darles con un garrote para que no cojan mucho vuelo no vaya y sea que molesten a las figuritas. Ojo, porque dos toreros con buenas condiciones se pueden perder en esta temporada. Curro Díaz empezó a sonar a raíz de su presentación del año anterior, frente al Cuadri, y ahora se le puede ir la temporada completamente en blanco porque no va a haber repercusión de sus actuaciones, y Cortés se perderá, sin mucho, eco entre las ferias que logre torear. Lo que duele es que esto ocurra por el capricho del empresario o cambiador de cromos de turno.
En el renglón ganadero faltan Palha, Cebada Gago, La Quinta, el mismo Torrestrella, que tanta polémica causó con su toro "Chiflado", es más, se debió contactar a Jandilla que es la ganadería de los Domecq que mejor resultado está dando. Y sobran un mundo de ganaderías descastadas y en mal momento como la de Atanasio, Valdefresno, Nuñez del Cuvillo, Garcigrande, Fermín Bohórquez, El Pilar, La Cardenilla y Alcurrucén. Este es otro caprichito del empresario como para mostrar que ningún tendido le va a sugerir las ganaderías que vengan a San Isidro.
Hay toreros que van y no se sabe porque. A Rivera Ordóñez le premian con la inclusión en la feria luego de la plantada a la empresa por su lesión en el pie, que quedo en entredicho porque luego si actuó en el debut de su hermano en Ronda seis días después. No se explica ese cartel del 1 de junio con Manolo Sánchez, "El Califa" y Víctor Puerto. José Ignacio Ramos está para el verano. Tampoco se explican las dos tardes de Fernando Cruz. Como tampoco se entienden las dos tardes de Dávila Miura y otros. Antes de la doble presentación de este y de Castella y de Uceda Leal, por ejemplo, se tuvo que haber incluido a Cortés, Abellán y Díaz. El cartel del 12 de mayo es el calco del anunciado para el 2 de mayo y se pudo haber abierto. Ninguna figura va con una corrida de poder. En fin.
Las declaraciones de Martínez Uranga han intentado justificar las ausencias, pero en ellas, el empresario de Madrid, ha dejado traslucir no la racionalidad de su conducta sino el capricho al confeccionar los carteles isidriles, porque lo que le hizo a Díaz es impresentable y más aún que salga a decirlo con tal desfachatez. Está todo planteado para que a poco que dos toros se caigan por los suelos, el público madrileño explote en protestas.
Nota: Continuando con la campaña emprendida en el artículo pasado, queremos ver a César Rincón con los Mondoñedo, en una misma tarde, en la celebración de la temporada del 75 aniversario de la Plaza de Santamaría en Bogotá.
