LA CADENA: EL ESLABÓN QUE NOS QUITEN A LA HISTORIA DAÑARÁ (2ª parte)
(Nota.- Publicado originalmente en “MT” con fecha 3 de Enero de 1984).
CURRO ROMERO: Una claraboya de luz
Veinticinco años, son muchos años. Son la historia recorrida por Curro Romero. En ellos, han cabido muchas gestas de toreros, muchos gestos, también intentos de darle la vuelta a todo. Entre esto último, parecía como si quisieran dejarnos a oscuras, ciegos y hasta con miedo con tanta penumbra; el cerco se iba cerrando y con ello oscureciendo EL ARTE DE TOREAR. Mientras tanto, Curro se empeñaba, siempre se ha empeñado, en no ser sol de nuestros días, en no iluminar la escena y descubrir tanto “falsillo”, que amparado en la oscuridad germinaba su doctrina. Todos con la congoja de ver como se enturbiaban las hojas del calendario que irremediablemente pasaban, y tú, Curro, solamente abrías, de cuando en vez, la claraboya por donde entraba tu rayo. Fugaz, pálido a veces, pero iluminando la vela. Lucecilla suficiente para seguir descubriendo en el entorno cercano la belleza del TOREO. Otros, lejos, recibían resplandor del rayo que tú nos dabas, alimentando la espera, que sin querer les ahogaba. Entraste en nuestra RESERVA como luz de una llama, una llama solamente, pero es al fin una llama.
RAFAEL DE PAULA: Un pellizco de justicia
En un rincón del alma guarda Rafael la espera, que año tras año le hicieron sentirse lejos del mundo que amaba: EL TOREO. Pasaron los años quietos, como si el reloj no corriera, conservando en sus maneras las ansias de verse fuera. Hizo falta un pellizco de justicia para que ello ocurriera, dando rienda suelta al caudal con que naciera. A pellizcos se la dieron, pero al final aceptaron, que otro remedio había, que darle sitio al TORERO, pues a gritos lo pedía. Con sus manos y sus piernas en su día le cantamos, un valor con sentimiento, el valor que proclamamos. También a pellizcos nos da todo lo que nos muestra, sin que nos parezca raro; por eso sentimos “cosas” con este torero caro. No pedimos que nos cambie, pues en él nos confiamos, para ver esos pellizcos, esos pellizcos gitanos. A LA RESERVA llevamos el valor tan demostrado, cuando meces tu capote con sentimiento gitano. Ahora ya sabemos algo de lo que llevabas dentro, ¡lástima de aquellos años!, por no hacer justicia a tiempo.
JOSE FUENTES: El retorno a la raíz
Es José Fuentes, de todos, el único que ha probado la “velocidad”, el ascenso a las cotas elevadas con las que sueñan los muchachos que comienzan, los que quieren ser toreros. A ello le debe todo, parte buena y parte mala, de lo que ha significado su carrera. Parte “dulce” fue el comienzo como “figura” sonada y parte “amarga” la lucha para partir de la “nada”. Mírate al espejo Fuentes, mírate bien a la cara, en ella notarás la gloria de la decisión tomada. Ya no eres de las ferias, no te importe ello nada, que el retorno a tus raíces, esa es la meta soñada. Dejaste el brillo del día, para buscar tu arrancada, en las raíces de siempre, en las metas que anhelabas. Deja el “frío” en la cuneta, coge calor de pasada, que para alcanzar la meta, no precisas del “frío” nada. En esta nueva andadura, deseamos que José recupere el tiempo perdido, nunca debió de correr ni sentirse tan “figura”; no hacen falta las “carreras” para ganar en altura. Los toreros son TOREROS, el colocar el “figura” es producto de un invento. Al entrar en LA RESERVA, te pedimos que te traigas el fundón de las espadas, pues en ti nos confiamos para enseñar la estocada.
EL INCLUSERO: Una página a cubrir
Páginas enteras hay en la Historia del Toreo sin cubrirse todavía. Una, la que más duele, es la página “Inclusera”, una página a cubrir, por su importancia torera. En este caso sangrante, se siente vergüenza ajena, a qué esperan empresarios, para borrar nuestra pena. Toda la andadura, enlazando los eslabones de nuestra cadena, ha ido plagada de la ilusión y la esperanza para que nada se pierda. Con firmeza y hasta con rabia, engarzamos este eslabón tan sentido, sentido por sus maneras, sentido por nuestra espera. Hora es, de darle paso a un TORERO de verdad, pues en la lucha persiste y lucha sin vacilar; confiamos en su espera, que es la nuestra, de verdad, su vocación no se ha roto y se puede acrecentar. Lo veremos muchas veces, tiene “tela que cortar”, y sentiremos su gloria y los ciegos lo verán, es hora ya de justicia, no pedimos nada más. Muchas plazas han vivido, lo que Madrid ha sentido con la clase que atesoras y Sevilla, sin mirarte, haciendo larga la espera, lástima será que un día, quieran y ya no puedan. En LA RESERVA dijimos las justicias que allí imperan. Pasa y comparte tu gloria con nuestros viejos maestros, no se haga realidad aquel apodo furtivo, no te sientas inclusero, pues en ti depositamos LA ESPERANZA DEL TOREO.
Estos Cinco eslabones forman nuestra Cadena. De ellos son el presente y el futuro. El presente, pues son ellos los que aún, con su clase, nos lo muestran; el futuro, lo hemos dicho anteriormente, pues a ellos preservamos para que pronto se puedan “reproducir”. Ningún eslabón debe soltarse, mucho menos que lo suelten. La responsabilidad, será única y exclusivamente, de quien atente contra el patrimonio de todos, representado en este manojo de TOREROS AUTENTICOS, que han dado y dan la talla exigida en EL ARTE DE TOREAR. Por todo ello, nos afirmamos en nuestra gran ambición, que representa, sin duda, al conjunto de la afición, al decir el titular: EL ESLABON QUE NOS QUITEN, A LA HISTORIA DAÑARA.
Entre las muchas conclusiones sacadas a lo largo de toda la serie presentada y las muchas más, que el criterio de todos los lectores hayan podido aportar, no debemos olvidar que los toreros son nuestros, no se deben de ocultar. Que Bernadó se marchó cansado ya de esperar; que Paula es un ejemplo, no se debe de olvidar; que en El Inclusero hay otro, que no dejan arrancar; que los maestros se hacen con su gloria y con su edad; que basta ya de “mandangas”, que toreros solo hay unos, los que lo son de verdad. Que ya hemos hecho el esfuerzo, para LA RESERVA crear, para mirar el mañana, sin volver la vista atrás. Debemos atacar fraudes y para nada callar, contar las cosas muy claras y afrontar la realidad. Fuera los afeitadores, fuera el manejo actual, que queremos a la Fiesta, pero la Fiesta-Verdad.
LOS TOREROS, LOS ARTISTAS, nacen en domingo
La paradoja ha querido que dejemos al final, una conclusión “bohemia”, que les queremos contar. Entre los muchos papeles manejados con nuestro mejor afán, hemos visto algo curioso, muy curioso, de verdad. Los toreros son artistas, no tienen que trabajar. De los cinco, solo uno en domingo no nació. Toreaba, trabajaba cada día, él solito se cansó. Entre la duda y el “frío”, ser artista prefirió, igualándose a los otros, que EL TOREO ya parió. Pariéndoles en domingo, su vocación les marcó. Antoñete, El Inclusero, Curro y Paula que lo son, los TOREROS que del ARTE hacen su profesión. Trabajar, pues no trabajan, sólo su ARTE nos dan; es bastante ¡que caramba!, TOREAR NO ES TRABAJAR.
Invitamos a los amables lectores, que hagan un repaso conjunto de toda la serie. Entre todos, tendrán una visión amplia y profunda de los mejores valores de EL TOREO, al tiempo que desvelamos parte de los secretos de los entramados de la Fiesta. No será difícil descubrir en su lectura LOS DIEZ MANDAMIENTOS principales de las cualidades de los ARTISTAS-TOREROS, cuales son: ELEGANCIA, IMAGINACIÓN, INSPIRACIÓN, NATURALIDAD, MAESTRIA, PERSONALIDAD, RELAJACIÓN, SENTIMIENTO, VALOR Y VOCACIÓN. Todas ellas son atesoradas por nuestros diestros. Unos encarnan estas y otros aquellas. Entre todos lo logramos, casi son la obra perfecta.
Ya tenemos perfilados a todos los TOREROS que comparten el destino del futuro. En sus cualidades, aunadas y sumadas, tenemos las esencias completas del TOREO. Las enseñanzas deberán darlas ellos, pero no olvidemos, que junto a su responsabilidad, existen otras responsabilidades: empresarios, críticos y aficionados, que cada uno asuman las suyas. Si no es así, de nada servirán las luchas contra los fraudes; mucho menos servirá, que se elogien las cualidades de los toreros; aún menos, la aparición de “fenómenos”, que luego se van y nada queda; para nada habrá servido que nos hayamos molestado en crear LA RESERVA DEL TOREO, y lo que es peor, la Historia del Toreo, pues quedará adulterada y maltrecha. Con ello habremos dado un paso importante hacia la destrucción de la “especie”, única “especie” que nos queda en el mundo: EL TOREO, LOS TOREROS, EL ARTE DE TOREAR.
Aunque ya no volviéramos a escribir una sola línea más, habrá merecido la pena, pues por sí sola LA RESERVA ha de continuar. Tiene fuerza por si misma, pues representa la exaltación de los valores auténticos del Toreo, un Toreo eterno, que debe prevalecer para nosotros, como así lo habrá de hacer para las generaciones futuras, si celosamente, conservamos su magia y su influjo en el corazón sereno de los TOREROS AUTENTICOS. Tras una pausa, quizás, regrese LA RESERVA DEL TOREO, contándoles fuegos nuevos, ahora se ha cerrado ya la pluma, pues me ha cogido hasta miedo.
