En el pueblecito de Pissos en el departamento de Las Landes, a unos kilómetros de Burdeos, vive un niño quien aprende el toreo con su perro. Su animal no tiene el trapio de una vaca, ni los pitones de un novillo y tampoco la fuerza del toro, pero ambos se divierten. Unos años mas tarde, el perro sigue sirviendo de sementales con las perras de los vecinos, pero el niño ha cambiado, es un joven hombre quien vive de los toros.
Como convencido con sus padres, ha obtenido el diplomo del bachillerato y de seguida pudo consagrarse totalmente al toreo. De capeas a tentaderos, de novilladas sin picadores y con caballos a las corridas, de vacas a los erales, de los novillos a los toros, del silencio a las palmas, de la ovación a la vuelta, de la oreja a las orejas con salida a hombros, no cambia de personalidad. Ahora, es un torero importante en Francia, todo el mundo lo respeta, es una persona sencilla que torea sin aprehensión. Le gusta dar placer al publico en los tendidos.
Mientras que viva en el universo de los toros, es decir que se confronta al miedo, a la superstición, a la muerte, guarda su natural y vive como todos los jóvenes de 24 años. No vacila en venir en las plazas de toros con la camiseta de Magnum de la serie TV, abigarrada, para ver sus amigos toreros como si fuera un turista. No rehúsa nunca firmar fotos, es un honor para el que la gente le desee.
Considera su cuadrilla como su familia. También, no dice voy a torear mañana, sino vamos a torear mañana, para él, hace un trabajo en equipo. En la furgoneta de cuadrilla, en dirección de la plaza de toros, unos minutos antes el paseo para su compromiso lo más importante de la temporada, se permite reír y consultar su móvil para tener las ultimas informaciones de los Girondins de Burdeos, su equipo de football favorito de liga uno del país galo. Esta a gusto en todas las situaciones, y intenta que su allegado tenga el mismo comportamiento. Como lo dice él, vive de su pasión y intenta hacerlo, lo mejor posible. Si pincha varias veces hasta escuchar los 3 avisos como una mañana en une plaza de primera para su tercera corrida desde su alternativa, no pasa nada. Hizo todo lo que pudo, y además realizo una faena de oreja. José Tomás escucho los 3 avisos en Madrid con los toros de Adolfo Martín, pues, ahora queda en memoria como un gran torero.
El publico lo perdona todo. ¿Por qué? Sabe comunicar con inteligencia y sin arrogancia con los aficionados. Tiene un toreo de verdad. Conoce su potencial, nada y nadie puede tocarlo. Puede y sabe torear todas las encastes, el se dice torero del sudoeste del país galo, pero en realidad es más, es un torero que sorprende cada día por su poder.
Cuando en una vida, hay una posibilidad tener un amigo tanto humilde y honrado que él, es un verdadero placer. Un día, hizo casi 800 kilómetros para inaugurar una bodega mientras que por la tarde, se jugaba la vida delante dos novillos. Para su alternativa, prefirió una placita que le había dado una oportunidad cuando empezó en sin picadores. Así, rehusó las ofertas de plazas de toros de categoría que querían tener el acontecimiento. Da importancia a los sentimientos, tiene una palabra de honor. Si tiene la posibilidad ayudar profesionales taurinos como banderilleros que no tienen contratos, lo hace sin problemas y con mucho placer.
Toca a todo, todo lo interesa y todo el mundo se interesa a él. Tiene ya varios libros con su historia, comenta los toros por unos programas de radio y roda películas con figuras de cine.
El domingo pasado, hizo su presentación en España en un festival en la ciudad de Real de la Jara en la provincia de Sevilla. Buena prestación y 2 orejas con salida a hombros. Hoy, domingo 27 de marzo, empieza su temporada con el traje de luces en la plaza de Aignan con los toros de Ángel Sánchez y Sánchez. El jefe de lidia es su padrino de la alternativa Stéphane Fernández Meca y el tercero hombre es Fernando Cruz.
Se llama Julián Lescarret y su familia taurina, es Olivier el apoderado, Jean-Christophe el mozo de espada, Christophe el banderillero uno, Morenito de Nimes el segundo y Patrice Pouey el tercero. Los hombres de la puya: pequeño Marco y gran Marco.
Yo, aficionado a los toros, estoy muy orgulloso de conocer a Julián, un amigo, un torero, un verdadero...