JOSÉ FUENTES: EL TOREO Y EL FRÍO
(Nota.- Publicado originalmente en “MT” con fecha 27 de Diciembre de 1983.)
Una semana más, acudimos a la cita con los lectores, una semana más, un diestro pasa por nuestra particular andadura camino de LA RESERVA DEL TOREO.
Ya tenemos engarzados varios eslabones de esta cadena que estamos formando. Primero, rendimos un merecido homenaje a dos maestros recientemente retirados, cuales son, Manolo Vázquez y Joaquín Bernadó. Después, en el inicio de la recta propuesta con toreros en activo, fue Antoñete el que nos dejó su magisterio; más tarde lo hizo el mítico Curro Romero y en el número anterior era Rafael de Paula el que nos dejaba su sello gitano. Hoy lo hace JOSE FUENTES y la próxima semana, cerrando el quinteto de los diestros más veteranos del escalafón, tendremos a Gregorio Tébar “El Inclusero”. Con él entornaremos la puerta, nunca debe quedar cerrada, de esta preciada RESERVA, que ha de constituir la necesaria preservación de una “especie” de toreros en peligro de extinción. Ellos son, casi los únicos, que tienen en sus manos la posibilidad de ser el espejo donde se miren los que sintiendo EL TOREO, decidan en el futuro practicarlo, o en su defecto, ser aficionados auténticos del ARTE DE TOREAR.
JOSE FUENTES Sánchez, nació en Linares (Jaén), el día 16 de Febrero de 1944. Como tantos chavales andaluces, siente la ilusión de ser torero, comenzando a dar sus primeros pasos en esta profesión; hace su presentación como novillero con picadores el 19 de Abril de 1963, presentándose en la Monumental madrileña el 3 de Octubre de 1964. Ya en esas fechas se adivinaba un ascenso rápido y popular en su carrera. La alternativa se la conceden el día 18 de Abril de 1965 en Málaga, siendo su padrino Antonio Ordóñez y actuando de testigo Carlos Corbacho; el toro atendía por el nombre de “Buenas tardes” y pertenecía a la ganadería de Carlos Núñez. La confirmación la realiza al mes siguiente, concretamente el día 18 de Mayo, siendo sus compañeros de terna los mismos que en su alternativa; el toro en esta ocasión se llamaba “Luminoso”, perteneciendo a la ganadería de Pablo Romero.
En sus primeros años, moviendo los hilos, tras él se encuentra un personaje muy popular, Rafael Sánchez “El Pipo”, haciendo de José un torero también muy popular, lo que le hace sumar cantidades importantes de corridas toreadas, aunque quizás, pueda estar ahí la causa del letargo que sufre posteriormente, perdiendo gran parte de la credibilidad que se le había otorgado por parte de los aficionados. Después del importante descenso y una vez rotas las relaciones con “El Pipo”, recobra el pulso de su vocación, comenzando a definirse, pero llevando casi siempre consigo una cierta frialdad, herencia quizás de su paso por el puesto de “figura”. Desde aquí, intentaremos darle el calor necesario que le pueda alentar y no volver a caer en la tentación de la rutina.
Con JOSE FUENTES, será necesario que hagamos dos apartados diferenciados. En uno habrá que hablar del “esplendor” de cuando toreaba todos los días, y en otro, tendremos que ajustarnos a su realidad vocacional y torera. Ambas cosas podrían significar lo mismo, sin embargo lo vamos a matizar convenientemente. Existe la creencia general, apoyada por casi toda la crítica y el público, como también lo manifiestan los que son o quieren ser toreros, que lo importante es ser “figura del toreo”. Evidentemente no podemos estar de acuerdo con esta tesis, pues es notorio el significado que se le quiere dar, atribuyéndole a la famosa palabrita de “figura”, el logro de todas las metas materiales a que se puede aspirar en cualquier profesión; mucho más en la taurina donde se supone alcanza las mayores cotas de bienestar económico. Esto por sí sólo ya es discutible, como así lo atestiguan recientes declaraciones de matadores-figuras, pero es que además somos contrarios a esta idea-base, entendiendo que esta profesión es algo más que eso, es por encima de todo un arte y como tal, debe ser desarrollada por artistas.
He ahí el gran mal que aqueja a la Fiesta en lo que refiere a toreros. Si un artista, ha de basar todos sus logros en conseguir sumar festejos y dinero, deberá lógicamente someterse a toda la presión que el mundo comercial exige, quedando por tanto, en buena parte, adulterado y consecuentemente realizándose mas como “recaudador” que como artista, que dicho sea de paso pero con rotundidad, es la base fundamental de lo que se ha dado en llamar EL ARTE DE TOREAR. Nunca hemos visto que se le llamara “El Arte de Ganar Dinero”. No estamos en contra de nada ni de nadie, pero, claro está, si no ha de prevalecer EL ARTE, ¡por favor! que le cambien de nombre, al menos nadie se llamará a engaño. Como ya dijimos en la presentación de esta serie, el espectáculo seguirá vigente, de él sacarán los organizadores gran beneficio, pero el daño cultural a algo tan nuestro, será incalculable. Nosotros no queremos “tirar la piedra y esconder la mano”, por ello hemos creado, con gran ilusión y esperanza LA RESERVA DEL TOREO.
JOSE FUENTES comienza con fuerza su andadura profesional, se le da el trato de “figura” y es “paseado” de feria en feria, se nota la mano habilísima de “El Pipo”. Es en esta su primera etapa cuando alcanza mayor popularidad y logra las metas a las que antes aludíamos; pues bien, no lo sé, solo José podría decirlo, pero quizás sea en esta etapa, donde a base de torear a destajo, rodearse de brillo y cuidados, pierde la esencia de lo que es su natural vocación. La ilusión le flaquea al conseguir todo lo que se propone y le proponen, comenzándose a hablar, pasados los primeros años, de su ya archipopular frialdad. Naturalmente logró, en primera instancia, aquello por lo que él creía soñar, pero, había un pero, el arte no se fabrica, sino que se siente y José se ve obligado a “pasar” del sentimiento. Es una carrera sin freno, sin pausa, como así lo requiere todo lo que se realiza sobre la base comercial. Un buen día se le “agotan las pilas” que el hábil taurino le ha colocado y se queda solo, ¿sólo con qué?, sencillamente ni lo sabe. Ahora hace falta la pausa que nunca tuvo, hace falta reconsiderar su afición, que renazca de nuevo la vocación de artista que le hizo freno en su carrera y con ello un cambio de mentalidad, prudente y necesaria, cara a poder transmitir sin prisas lo que siente. Los toreros considerados artistas, nunca fueron grandes aficionados a las “carreras”, así lo demuestra la historia y así lo están demostrando los que van pasando por estas páginas. Otros, si pueden llevar ese ritmo, pero esa es otra historia.
Tras la pausa, surge JOSE FUENTES de nuevo, ahora solo quiere ser TORERO, piensa y siente de otra manera. Sabe, pues lo ha vivido, que las prisas no son buenas, que es factible conjugar lo artístico y profesional, dedicándose a ello con mayor empeño e ilusión. Así también lo entendemos nosotros, reclamando el sitio que les corresponde a los artistas del toreo, con independencia de su ambición personal o deseos de notoriedad pública; pues bastante es que nos ofrecen lo mejor de sí mismos, sin adulterarse, como corresponde a todo el que se siente artista, pero no por ello van a dejar de vivir de su profesión. Con el cambio todos salimos ganando, encontrándonos un Fuentes más maduro y vocacional, aunque la fuerte huella y el cartel de frialdad que le han colgado siga pesando. El ha dado muestra ya del cambio experimentado, basta como ejemplo su esforzada y tenaz rehabilitación para continuar siendo útil al toreo tras el percance de Barcelona. Ahí está la prueba de su vocación torera, nadie podrá decir que es el dinero a ganar el que le ha movido a luchar desesperadamente con su “suerte”. Ha sido, que duda cabe, el sentirse Torero, algo difícil de entender, si previamente no se nace para ello. Su “frío” se puede y debe tornar en calor. No seremos nosotros quienes le enfriemos más; el apoyo y el calor que como torero necesita, habrán de dárselo los contratos y su propia línea a seguir. Nosotros desde aquí, le mandamos calorías que le alienten, animándole, cara al futuro, con su entrada en nuestra particular RESERVA DEL TOREO.
Es este otro eslabón de la cadena. Un eslabón importante, pues a sus condiciones toreras, habrá que añadir que es un consumado estoqueador; uno de los pocos que, en los últimos tiempos, mejor ha manejado la espada, siendo para nosotros muy importante, para abarcar todo el muestrario de suertes que desde LA RESERVA queremos que se impartan en el futuro.
La próxima semana: EL INCLUSERO: LA FIRME ESPERANZA DEL TOREO.