En declaraciones a una famosa revista taurina, el empresario y apoderado Simón Casas, declaraba, la semana pasada, estar dispuesto a recurrir el resultado del concurso de Las Ventas y a abrir, sobre éste, un procedimiento judicial. Casas estima que no se ha realizado bien el proceso de baremación, que ha existido prevaricación y apela a su dignidad como profesional y como ser humano. Otros empresarios se han mirado en el espejo del francés y amenazan con presentar una querella semejante contra los funcionarios y políticos de la Comunidad de Madrid que participaron en el concurso; este es el caso de José Félix González. En la misma entrevista, 6 toros 6, Simón Casas dice textualmente: La fiesta de los toros no ha sido capaz, hasta ahora, de darse un cuadro institucional que la reconozca y defienda en su esencia cultural y artística, y que le ofrezca todas las garantías de expresión, reivindicación y legitimación. Entendemos en sus palabras que el empresario francés está dispuesto a conseguir ese magnífico cuadro institucional del que nos habla y a iniciar acciones para alcanzar tan difícil objetivo ¿Se apuntará también a este carro José Félix González?
En la citada entrevista se hace referencia a esa noticia que yo les comentaba la semana pasada y que no deja de sorprenderme, aunque me parece acertada y positiva: Casas y Patón preparan un acuerdo con la casa Balañá para gestionar ellos dos la monumental de Barcelona, propiedad de Balañá. Sin embargo, y según noticias que habíamos escuchado con anterioridad, parece ser que tal acuerdo no se cumplirá en esta temporada pues se temen los efectos negativos de la lengua azul. El francés sabía ya en ese momento que no se lidiarían en Francia corridas provenientes de las llamadas zonas restringidas. Él y Oscar Chopera habían mantenido una entrevista al respecto con el ministro de agricultura francés, que advirtió de la imposibilidad de llevar a Francia toros de esas zonas. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar… en fin, ya ustedes saben. La ministra española aún no se ha dignado a recibir a los representantes ganaderos españoles ¿Sabe esta señora que en los campos de su país se cría una especie animal única en Europa y, casi, en el mundo entero?
Es totalmente lógico que estos empresarios dejen Barcelona para la temporada del próximo año, tal es la que está cayendo. Allí hay toda una labor empresarial que realizar para poner la fiesta donde estuvo en otros tiempos; no ya para levantar una afición sino para volver a construirla, y la cosa es complicada, no se crean. Sin embargo como aficionado confío en que estos taurinos sepan cumplir sus objetivos y devuelvan a Barcelona su esplendor. Confío en ellos porque sé que dominan las disciplinas que deben dominar los empresarios, independientemente del sector en el que desarrollen su actividad, tienen buenas ideas y concepto del espectáculo y actúan en una zona que conocen de sobra. No olvidemos que Enrique Patón, antes que empresario o apoderado fue torero en Barcelona. Además, este equipo busca regentar una plaza de primera categoría en España, después de haber perdido las que tuvieron; no creo que estén dispuestos a hundirse. Que aplacen el asunto hasta solucionar el problema me parece una política taurina honrada y de calidad.
No llego a comprender demasiado bien el papel de la casa Balañá en este mundo del toro, pues regentan sus plazas de manera harto desaconsejable y dan la impresión de no preocuparse por este negocio. De hecho no sería la primera vez que la plaza de Barcelona se gestionara por una empresa que no es la suya. Así ha sucedido durante muchos años, cuando la casa Balañá daba las corridas de los sábados y otra empresa las de los domingos, a las que se les llamaba de caja B, siempre más positivas y de más éxito que las de los propietarios. El estado de la plaza de toros de Jerez, que también manejan, es lamentable e incluso sorprende que esa plaza esté abierta y en funcionamiento. Los desconchados y la falta de pintura son lo de menos. Se puede perdonar incluso el mal estado del graderío, pero lo que ya no puede ser es que el tejadillo amenace con matar a alguien de un tejazo en cualquier momento. En las andanadas, si llueve, salir seco es totalmente imposible; es toda una colección de goteras las que tienen. No he tenido la suerte de ver los corrales y otras instalaciones, pero si así está lo que se ve, imaginen cómo estará lo que queda oculto al público. Uno ya queda extrañado cuando al ir a comprar los boletos observa que éstos se separan en tacos, según los tendidos de sol y sombra, gradas, andanadas… como se hacía hace diez años. El ordenador para expedir billetes es un lujo que en 2004 aún no había llegado a la plaza de toros de Jerez. Esta falta de tecnología no se refleja en los precios: el espectador paga un dineral por jugarse la vida en una andanada de sol, expuesto a cualquier riesgo proveniente del citado tejadillo. Para colmo los carteles son infumables y en un Jerez no se consigue cubrir media entrada en una corrida ¡de rejones! Luego, la explicación es que en Jerez la feria ya no es lo que era y que la gente ya no va a los toros. En fin, lo de siempre, que el enemigo lo tenemos dentro. Casas intenta defender a Don Pedro diciendo que pese a lo que la gente cree, es un buen aficionado; excusa no pedida...
Un comentarista taurino en programa radiofónico de gran audiencia, aconsejaba a Don Pedro Balañá hacer las cosas muy bien esta temporada para facilitar el camino que Casas y Patón encontrarán el año que viene en Barcelona. ¡Ya! Si Balañá quisiera hacer las cosas bien en su ciudad, las haría y gestionaría su plaza él, sin subcontratos como los que ha venido haciendo en los últimos años.
A Casas y a Patón les pedimos que encuentren ese cuadro institucional que reconozca y defienda la fiesta en su faceta cultural y artística. Es justo, necesario y totalmente imprescindible. Ah, y que levanten la afición de Barcelona. El maestro José Fuentes me dijo un día: Yo creo que hubo un tiempo en que un triunfo en Barcelona era, incluso, más importante que en Madrid. Afirmaba que él lo había vivido.