A tenor de los acontecimientos y en la forma en que se han desarrollado, comprobamos que el divo de La Puebla ha dicho SÍ a las retrasmisiones televisivas. Quiero pensar que alguien cercano a su persona, por ejemplo el mismísimo Santiago Abascal, ha reflexionado con él y le ha hecho ver la cantidad de dinero que se estaba perdiendo por una simpleza como su negativa a ser televisado. Seguramente, si Morante hace números y comprueba lo que ha dejado de ganar seguro que se rasga las vestiduras.
Era una pena, como dije mil veces, que Morante nos negara el derecho de admirarle vía televisión porque, en las ferias en las que él –ni él ni nadie- participa no cabemos todos los aficionados de España, por ello, la TV es un medio ideal para que todos le admiremos en calidad de artista. No es menos cierto que nada nuevo nos aportará porque, Morante todos sabemos cómo es, un artista cabal, es cierto, pero de sus manos y sentidos no saldrán proezas que contar puesto que, junto a su persona, nos quedaremos con la plástica de su arte pero no esperemos otra cosa; dicho así, tampoco vayamos a pensar que es poco.
Morante con atuendo goyesco en Ronda
Además de la televisión, Morante debería de aplaudir a Ramón Valencia que ha hecho una feria a su medida; vamos que, la monta el propio Morante y no se sale tan redonda respecto a su persona. Los detalles están cuidados por completo; no hay nada que distorsione junto a Morante; toros, toreros, todo está hecho a su imagen y semejanza, por ello, que el torero de La Puebla se negara a la televisión me parecía una barbarie sin nombre.
Cuatro tardes ha firmado Morante en Sevilla que, de no haber ido por aquello de excusarse con la televisión, su dislate no podría haber sido mayor. Pero, repito, alguien le ha hecho reflexionar y, donde dije digo, ahora digo Diego, total, es lo mismo. No habrá sorpresa alguna como vengo diciendo porque, una sorpresa, un hito para Morante hubiera sido apuntarse a la de Miura junto a Sebastián Castella, pero el arte de Morante no está para tales dispendios. Quedémonos como estamos y, gracias, no puede ser de otro modo.
Dice Ramón Valencia que ha hecho la feria perfecta en Sevilla y no le falta razón; perfecta para todos los participantes que no pueden ir más cómodos y aliviados todos; perfecta para todos los aficionados del clavel que acudirán en masa a dicha feria; perfecta para todos los ganaderos habituales que, en dicha feria tienen lo que se dice un filón lidiando sus animalitos por las figuras sin que haya discrepancia alguna. Como digo, una feria perfecta si no intervienen los aficionados más exigentes puesto que, de hacerlo, el panorama cambiaría como de la noche al día. Claro que, Ramón Valencia, conocedor de su clientela sabe qué hace una feria para los aficionados del clavel, el famoseo televisivo y para gentes pudientes que pagan lo que se les pida con tal de estar junto a los famosos.
Tal y como ha quedado Morante incluido en dicha feria, tras la misma ya puede irse con Santiago Abascal haciendo mítines que, el sueldo de lo habrá ganado con creces. Lo importante, recalco, es que Morante ha cambiado de opinión puesto que, la que tenía hasta la firma de la feria de Sevilla era ridícula y postinera pero, para su desdicha, dañando la imagen suya de cara a los aficionados que, sin duda alguna, desde Alburquerque, Santoña, Utrillas, Canencia de la Sierra y todo el suelo patrio, todos aplaudirán que su ídolo pueda ser admirado mediante las cámaras de televisión. Podríamos decir que Morante se tragó el micrófono. Más o menos, pero así es.
Foto: Hola.com