No figuraba en el cartel ni el divo de chiva, ni el exquisito de La Puebla, ni el jinete navarro de Estella, por consecuencia el pasado domingo en la plaza México pudo lidiarse un encierro serio, fuerte, bien presentado, emocionante.
La entrada fue mala, se sospechaba. Por qué esperar una tarde en que todo mundo sabía que no iría la gente a la plaza para lidiar toros esos toros de Barralva.
Uno que narra para la tele dijo refiriéndose a los Barralva: éstos son toros auténticos. La interpretación es preguntarse si las otras veces, eran falsos, apócrifos.
La emoción que causa el toro, el toro
Pero no, prefieren quedar como ineptos, como enemigos de la fiesta. Se han convertido en el hazmerreír de los toreros mexicanos y españoles, de los ganaderos, de los aficionados.
La gente cercana a la empresa no se lo dice, sólo les dan coba.
¿Será tanta la necesidad de proteger a los figurines españoles? ¿Qué compromisos tiene la empresa con las figuras extranjeras? ¿Por qué la empresa mexicana se humilla de esa manera? ¿Por qué los tienen agarrados del pescuezo? ¿A cambio de qué andan de lamebotas? ¿Los señores Alberto Bailleres y Javier Sordo son incapaces de imponer condiciones?
Poco aparece el toro en la plaza México
Las corridas más importantes de lo que va de la temporada son la inaugural y las del 12 de diciembre.
¿Por qué echaron novillos?
¿Por qué no presumieron los de Barralva de la semana pasada?
¿Por qué no quiere la empresa que los aficionados vean auténticas corridas de toros?
El toro, indispensable en la fiesta de los toros
Pareciera que los españoles vienen a torear gratis o los empresarios son incapaces de hacer valer su dinero.
No son suposiciones.
La historia se repite casi cada año. Torea Ponce y aparecen los novillos y los premios dudosos. Por más que uno no quiera ser mal pensado…
¿Recuerda usted la corrida inaugural del presente serial, se acuerda que el primer animalito de la tarde para lidia a pie? Fue de Barralva, protestado, por falta de trapío. Será circunstancial que le tocara a Enrique Ponce, es falso que hubiera reventadores, el animalito carecía de trapío. Para colmo, el biombo ocupado por Jorge Ramos, le concede una oreja al español, misma que fue protestada.
En La corrida guadalupana nuevamente aparecieron los novillos nuevamente un Barralva chico, ahora para Joselito Adame, uno de Teófilo Gómez para Morante.
¿Cuál es el objetivo de la empresa? Nadie lo sabe.
Las estocadas españolas vienen por todos lados, no sólo en La México.
La empresa de Alberto Bailleres dio a conocer los carteles de la feria de León Guanajuato. Ahí la vida no vale nada y se hace que la tauromaquia tampoco. Cómo es posible que les den oportunidad a toreros españoles que apenas empiezan, que no meterán ni una sola persona a la plaza: Ginés Marín, Toñete, Pablito Hermoso hijo, por si fuera poco, anuncian a Ponce con Jaral de Peñas, todo mundo sospecha que los cambiarán tal como se hizo en Guadalajara, aunque como Ponce se lastimó de los ligamentos, a lo mejor se salvan de ver al valenciano.
Causa impotencia, irritación, desesperación que los españoles vengan a ponernos el pie en el cuello con el apoyo de las empresas mexicanas.
Lo que quedó claro es que el pasado domingo no hubo figurines en la plaza México, automáticamente salió el toro.
Fotos, Juan Ángel Sainos, Plaza México y J,J. Márquez.
