La conmoción general en España y de forma concreta en el mundo de los toros no es otra que la pintada que le han hecho unos mal nacidos a Morante de la Puebla en su casa de Sevilla. Hay que defender a Morante a capa y espada puesto que, su único delito no es otro que posicionarse junto a VOX, algo que han hecho algunos centenares de miles de andaluces ante lo que está sucediendo en España.
A todos los niveles y todos los efectos, para nuestra desdicha, de forma concreta para los que nos hemos tomado la molestia de leer un poco acerca de la historia de España, como la misma nos ha contado, estamos ahora en pleno año 1935 en que los españoles ya estaban enzarzados unos con otros, sencillamente porque se perdió el respeto entre las gentes y mientras unos pedían la paz que tenían y querían preservar a toda costa, los indeseables de turno ya imponían su ley que no era otra que el odio que sentían hacia lo que ellos no compartían, por eso mataron a don José Calvo Sotelo.
Morante de la Puebla según versión de José Ramírez Cuenca
Justamente es lo que estamos viviendo en la actualidad de forma paralela a los acontecimientos de aquellos años macabros. Pero es que si lo analizamos, todo es exactamente igual; una izquierda ruin y criminal, unos catalanes separatistas y una izquierda malvada en la persona y obra de un tal Pablo Iglesias. No he visto a nadie de esos grupos aberrantes que dicen ser españoles que nadie haya defendido a Morante. ¡Qué digo, si no le queman la finca faltará poco! Eso hicieron en 1936 cuando dijeron que había que acabar con los señoritos andaluces y, recordemos que Morante tiene el título de SEÑOR, ganado con su arte, pero eso que se lo cuente a la chusma que le ha pintado su casa.
Los políticos dicen sus aberraciones y en el peor de los casos podemos señalarlos para decirles las verdades; lo que le ha ocurrido a Morante es todavía peor, mucho peor porque es algo que se hace bajo el anonimato criminal de alguien que, con toda seguridad está recibiendo el PER, pero que no tolera que exista un partido como VOX que, como su líder ha dicho, lo único que pretende para España es la paz y la unidad. Claro que, de aplicar la unidad a la que se refiere Santiago Abascal, miles de gandules funcionarios y políticos quedarían con el culo al aire y, claro, eso lo quieren impedir a toda costa.
Defendamos a Morante que, en definitiva, es tanto como defender a todos los que piensan como él que, si ahora han sido unos cientos de miles en Andalucía, en las próximas elecciones los habrá por millones. No es nada baladí lo de Santiago Abascal, sencillamente porque le asiste la razón, la misma que a Morante desde que ha decidido posicionarse junto al político vasco.
Un pacifista y hombre de bien llamado Morante de la Puebla
Lo grave de la cuestión no es que le llamen asesino a Morante de la Puebla, lo sangrante de la historia es que nadie que milite en la izquierda criminal que tenemos vaya a defenderle. Esa misma izquierda que se mofaba y reía cuando le ponían carteles a la derecha, cuando se le hacían escraches a los políticos de derecha que, si lo uno estaba mal, esto es más de lo mismo; pero como el damnificado se supone que es un señorito andaluz, que le parta un rayo, piensan los que deberían de defenderle.
Nadie defenderá a Morante de la Puebla; nadie de los radicales, de los que sustentan el golpe de estado en Cataluña, nadie de los que militan en los partidos del odio y el rencor, pero siempre tendrá el apoyo de toda la gente de bien de este país que, además de gustarnos lo toros respetamos al ser humano como tal.
Todo empezó en 1934 y, como la historia se ha confesado, imaginemos cómo quedó España a partir de 1936 hasta 1939. ¿Lo habéis leído por casualidad? Ahí están los libros, la historia no miente, salvo que sea tratada por esos apestosos políticos catalanes que denuncian y gravan a todo aquel que no hable en catalán. Y menudo era un tipo como Luis Company, lean la historia y lo sabrán; vamos, como el Torra de ahora, pero corregido y aumentado.
Hay que ser muy hijo de puta para atentar contra Morante que, su único delito no es otro que ser artista de la torería, una profesión con la que ha cautivado a millones de personas desde que irrumpiera en el mundo de los toros. ¿Su pecado? Como ha demostrado, que quiere paz y pan para su país, que está harto de tanto político repugnante que no hacen nada por España salvo fomentar el odio y el rencor para que nos matemos unos entre otros mientras ellos se llenan el bolsillo de dinero.