En estos instantes, cuando la realidad nos ha dicho que Paco Ureña ha perdido para siempre la visión de su ojo izquierdo es la hora del apoyo sin límites hacia este torero que, de la épica ha hecho su leyenda; una epopeya al más alto nivel a la que nos acostumbró desde el primer día que le vimos torear. Lo suyo no ha sido ninguna broma; si normalmente la carrera de un torero suele ser muy dura y escabrosa, la de Ureña alcanza los mayores rangos al respecto.
Pocos como él saben del esfuerzo, de las cornadas, de los percances a destiempo, de la dureza intrínseca de una profesión en la que como sabemos, muchos son los llamados y pocos los elegidos, aunque, en el caso de Paco Ureña, su elección haya sido siempre mediante la gesta auténtica, como digo, la epopeya más grande en su dignísima trayectoria como torero.
Paco Ureña, un héroe luchando contra su propio destino
La lesión de su ojo en la feria de Albacete nos laceró a todos un poco; sí, porque teníamos todos la certeza de que Ureña, tras tantos años de sufrimiento estaba ya en el camino que le conduciría al más grande de los éxitos; un camino que se labró en Madrid, una plaza en la que ha estado a milímetros de abrir la puerta grande que da a la gloria y que por culpa de la espada, todo quedó en una bellísima declaración de intenciones, no sin antes haber dejado esculpidas en la arena de Las Ventas varias faenas memorables.
Los retos que siempre tuvo que afrontar Paco Ureña no eran tarea baladí; todo han sido siempre percances horribles, momentos calamitosos, trances durísimos de los que siempre salió vencedor. Siendo así ¿quién puede dudar ahora de que Paco Ureña no saldrá vencedor? Posiblemente, yo diría que sin lugar a dudas tiene frente a si su reto más difícil, pero él está acostumbrado a solucionar situaciones adversas al más alto nivel.
Quizás la de su ojo sea la más dura, posiblemente. Pero de que saldrá vencedor no me cabe duda alguna. Muchos, en su situación hubieran abandonado hace ya muchos años, pero en su caso, en su fuerte personalidad, pudo más su valor y su fe que todas las trabas que el destino le ponía siempre a su lado.
Paco Ureña: La grandeza de su arte afloró también en Sevilla
Pureza y calidad, sus argumentos como torero fueron el detonante de sus grandes éxitos, siempre, dicho sea de paso, frente a los encastadísimos toros de ganaderías legendarias; es decir, broma, ni una. Justamente, las razones que le granjearon el respeto de todo el mundo, de forma contundente de los más exigentes aficionados que le vitorearan siempre sus hazañas frente a los toros referidos.
Como vemos, una vez más la adversidad quiso ponerle a prueba, a no dudar, la más fuerte de las que ha tenido que superar, pero de que lo conseguirá es más cierto que existe un Dios que todo lo puede. Un toro le quitó a Paco Ureña la visión de su ojo izquierdo, pero mientras le quede un soplito de vida, a poco que le ayuda el destino tendremos siempre al mismo torero que tantas veces logró emocionarnos que, a no dudar, en su actual situación, no emocionará todavía más; lo logró Ureña en sus mismas circunstancias y siendo un torero rudo y duro. ¿Cómo no lograrlo Paco Ureña que de la pureza hizo un estandarte de su torería?
Otra prueba más, como digo, pero de la que saldrá triunfador. Por lo visto, los retos difíciles son los que siempre marcaron la vida de este honrado torero lorquino que sabe tanto del sufrimiento como ser humano, como en su grandeza como matador de toros. Como siempre demostró, en todas las pruebas que le puso el destino salió siempre triunfador, de ahí la seguridad que nos invade a todos de que, ahora, una vez más, Paco Ureña será capaz de burlarse de su propio destino.
Fotos: El Mundo