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¿QUIENES SON LOS ENEMIGOS DEL TOREO? |
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Con el objeto de señalar a los enemigos del mundo del toro bravo, les puse el nombre de “seres raros” pero, solamente los nombraba. Sin embargo, creo que es hora de comenzar a analizarlos uno a uno, para que el aficionado a la tauromaquia los conozca en su interior. Con esto, no creo que voy a dar una clase de verdad ni nada parecido pero, lo que sí les confirmo, es que trataré de establecer detalles de cada uno de ellos, para que los buenos aficionados, no se equivoquen tanto.José Tomás. Foto archivo Iniciemos el análisis con los antitaurinos y animalistas. Su descripción es clara y simple pues, se trata de gente a la que nunca le enseñaron -ni en su hogar, peor en la escuelita-, el significado de una palabra vital para entender la vida en comunidad, y que es, respeto. No entendieron que los derechos de cualquier ser humano, terminan donde comienzan los de otro. Pero, qué vamos a pedir si tan solo son personas mediocres y acomplejadas. Muchos de ellos dicen –aunque no me consta- que reciben dinero de gente adinerada que solo desea hacer daño a otros que, en cambio, siguen su afición pero, en la sociedad en la que se vive, significan algo pues, son gente preparada, con estudios universitarios o, en su defecto, con gran conocimiento, gracias a su experiencia que, como todos conocemos, no se puede comprar en ningún lado. Su deseo final, demostrar que son alguien.Diego Ventura. Foto archivo También tenemos que hablar de los “ciegos empresarios” que, lo único que ven es el signo dinero, sin importar si se trata de dólares americanos o de euros. Lo cierto es que, no les interesa si la fiesta del toro bravo, llega con gran pasión a los buenos aficionados, por su arte, su calidad de toreo, la clase que infunden en sus actuaciones y, sobre todo, por lo que ellos significan en ese mundo maravilloso de la tauromaquia. En este caso, se olvidan de los verdaderos artistas que llevan en el alma su verdadero valor del toreo y, por el contrario, solo piensa en cómo llegar a la muchedumbre que, sin mayor conocimiento de lo que es el maravilloso mundo del toro bravo, prefieren los “toreros de los mil pases, que torean astados que parecen amaestrados” (?) De allí que, se olvidan y causan mil problemas a verdaderos artistas del toreo, como: Juan Mora, Diego Urdiales, José Tomás, Diego Ventura, Curro Díaz, Daniel Luque, Morante de la Puebla, entre otros.Juan Mora. Foto archivo En igual forma, aquellos toreros que, además del valor que todos tienen para enfrentar a los astados en los distintos cosos, tienen ese valor adicional, que no les permite amilanarse frente a las corridas duras que tanto dejan a un lado a quienes muchos en este mundo, los consideran como figuras. Entre ellos, los nombres de Pepín Liria, Fernando Robleño, Antonio Ferrera, Rafael Rubio Luján “Rafaelillo”, Javier Castaño, Juan José Padilla, Emilio de Justo. Sin embargo, en los últimos días, tuve la oportunidad de leer en las redes sociales a muchos supuestos aficionados, que hablaban barbaridades de José Tomás, por su última presentación en Algeciras, donde cortó dos orejas y salió en hombros, junto a su alternante Miguel Ángel Perera. Pero, ahí me pregunto, ¿por qué ocurre eso, cuando todos conocemos el valor de este valiente y artista torero? Y conste que cuando vino a Quito, hace muchos años, pasó totalmente inadvertido y, muchos periodistas taurinos a su presentación, la llamaron “tarde de expectación, corrida de desilusión”. Lo cierto es que, siempre aparecerán esos “ignorantes acomplejados y mediocres”, que escriben todo lo que creen que es verdad pero, siempre en forma anónima, como lo hacen los cobardes.Diego Urdiales. Foto archivo Por último, debo señalar a varios toreros de a pie y de a caballo que, según algunos de los toreros señalados con nombres y apellidos por su real valor en el mundo del toro bravo, existen y les hacen campañas directas para que no los contraten, apoyándose en su “gran poder de figuras”. Eso sí da mucha pena pues, ocurre en todas las profesiones y se llaman “celos profesionales”, donde los malos tratan de eliminar a los buenos, porque se sienten siempre amenazados profesionalmente, ya que, muy poco es lo que pueden hacer por ellos mismos, aunque en todo existen excepciones. Ojalá, algún día cercano, primen los verdaderos valores de cada uno de los profesionales del toreo, para que los aficionados de “hueso colorado” (como les decimos en Ecuador a los verdaderos amantes de la fiesta brava) en todo el mundo, podamos disfrutar del verdadero espectáculo taurino que tanto anhelamos. Que Dios reparta suerte.
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