La precocidad da disgustos y alegrías. Hoy nos hace ser más europeos que nunca; mañana Dios dirá. A este que escribe le hubiera gustado que le explicaran alguna que otra cosilla de la Constitución Europea. Que no se deben votar cosas sin conocerlas. En televisión, famosos periodistas nos leían algunos artículos. La Unión favorecerá el desarrollo de las personas, la libertad de pensamiento y de expresión, la libre circulación de ciudadanos y mercancías... Estas cosas son como el valor al soldado: se le supone. Un librillo me llegó adjunto a la prensa. Se trataba de un resumen del texto íntegro. Ya me extrañaba a mí no encontrar nada sobre el trato a los animales. Sé que se reglamenta, que han pensado en ello. Escuché en radio a un grupo de periodistas progres y antitaurinos hablar del asunto. Se respetan los derechos de los animales pero también aquellas tradiciones que se realicen con ellos, incluso con sacrificio. Cuando el europeito piensa en sacrificio animal, piensa en toros, no nos engañemos. De momento Europa está dispuesta a admitir el toreo; como tradición. No está mal. Pero permítanme que desconfíe. La pena es no haber podido leer el texto íntegro personalmente. Quedo comprometido con ello.
Que Europa acepte el toreo es positivo, aunque no sea una imposición. Al final, en este tipo de cosas, imperan las leyes nacionales. Los ingleses podrían continuar cazando zorros según la Constitución Europea. La prohibición llega, en este caso, desde el gobierno británico. Me hace desconfiar la progresía que veo en el gobierno español. No me tachen de retro, pero, por experiencia, sé que todo progre hoy es antitaurino; es norma de la cofradía. Siempre se puede escapar alguno: progesía díscola. Para progre, la ministra de medio ambiente, cofrade modelo. Necesitaba, no obstante, demostrarlo al auditorio. Y lo hizo diciendo que a ella los toros le recordaban a la violencia doméstica. Era en un foro europeo donde se hablaba de la Constitución. Para mas inri nadie le había preguntado por el tema. Yo no creo que la ministra haya tenido experiencias traumáticas. Me inclino más a pensar que se hace un lío con los tópicos del discurso progre-feminista: el toreo es machista, los machistas son maltratadores, luego los aficionados también lo son. La ministra debe medir sus palabras. Quizás falten a otras personas y ahí termina el talante. Debía haber explicado lo que los toros suponen para su ministerio por la función ecológica que tienen. Sin embargo prefirió hablar de sus percepciones personales.
Pensemos en la vieja hornada socialista. Aquellos progres de antaño, de chaquetapana y camisacuadros. Ahora son unos carcas, ya el partido no quiere nada con ellos. Vera lo ha dejado bien claro al rechazar la petición de indulto. Desde progre hasta carca hay sólo años. La cuestión moral e ideológica nada tiene que ver en el asunto. Ya saben que quien no ha sido progre a los veinte... Entre todos aquellos progres a los que llamaron “varones” había mucho aficionado, a los toros, no me malinterpreten.
Hoy vemos que la Comunidad de Castilla la Mancha refuerza el trofeo Puerta Grande. Certamen de novilladas en un principio, se convierte ahora en concurso para matadores de toros. Lo más asombroso: lo organiza la televisión autonómica del lugar. En Andalucía el director general de espectáculos taurinos entregaba, la semana pasada, material de toreo a las escuelas de tauromaquia. También allí la televisión autonómica promociona a las escuelas taurinas y patrocina concursos entre ellas. La idea de La Junta de modificar el reglamento, debería de expandirse a todo el país. Ilusiona lo de dar mandato al veterinario. Ahora hay que esperar que estos no se corrompan también. Progres de antaño protegen hoy la fiesta. ¿Creen ustedes que la ministra cambiará de idea con la edad?
Quizás ahora sea el momento de aprovechar el texto constitucional europeo para promover el cambio de la fiesta de Interior a Cultura. Se dice por ahí que en este ministerio estarían dispuestos a quedarse con los toros. Habrá que rezar para que esa ministra no converse demasiado con su compañera en medio ambiente. Quizás, tras la plática, la ministra de cultura cuestione su progresismo ¡¡Una mujer como ella apoyando la fiesta nacional!! Es posible que Europa, sin saberlo, nos esté ofreciendo la oportunidad de darle un nuevo aire a la fiesta. Todo aquello que se hace por tradición es cultura y están dispuestos a admitir el sacrificio animal como actividad etnográfica. Sería una pena perder este tren, si es que existe.