Por un margen bastante amplio, el candidato del Centro Democratico, Iván Duque Márquez, ganó la Presidencia de la Republica.
Su discurso conciliador contrasta con el incendiario de Gustavo Petro que abiertamente declaró su férrea oposición al nuevo gobierno.
El gobernar para todos los colombianos, incluso para quienes no votaron por él por desafectos, por pensamientos antagónicos o por el manifiesto odio que le tienen al ex Presidente Uribe, es ya un visible paso conciliador que lo enaltece.
Sus ideas programáticas de avanzada permitirán la LIBERTAD de cultos, de tendencias artísticas, de inclinaciones sexuales y otras que sabrá respetar.
Por eso en el campo taurino, debemos estar tranquilos a pesar de saber que el Presidente electo no es afín a la actividad taurina pero la respetará como rito y cultura milenaria.
Su jefe de campaña fue Luis Guillermo Echeverry, quien ha sido un defensor a ultranza de la fiesta brava como quiera que se ha desempeñado como rejoneador y empresario.
Echeverri ratificó que: la actividad taurina ha sido un generador de empleo inmenso. Al lado del espectáculo hay una cadena de microempresarios tremenda que viven de eso. Y anotó: aquí hay una confusión de cosas: nosotros somos todos gente de campo y amamos los toros. Comprendemos que la animadversión es un asunto político, mediático y que genera votos.
Entre el 2002 y el 2009 Luigui como se le conoce en el ámbito taurino, fue Director Ejecutivo del Banco Inter-Americano de Desarrollo, la Corporación interamericana de Inversiones y el Fondo Multilateral de Inversiones en representación de los Gobiernos de Colombia, Perú y Ecuador.
Con Luis Guillermo, hombre cercano al nuevo primer mandatario de los colombianos, está garantizada la LIBERTAD de poder seguir disfrutando de la legitima actividad taurina con avales legales contemplados en la ley 916 de 2004 y las sentencias favorables emitidas por LA HONORABLE CORTE CONSTITUCIONAL.