Es lamentable que se suspenda la corrida del día de hoy en Madrid, entre otras cosas porque muchas personas habían puesto sus ilusiones para ver dicho festejo, de forma muy concreta los aficionados franceses que habían llegado para ver a Thomás Dufau, los que se han quedado decepcionados ante dicha decisión.
Claro que, para ilusiones las que traían los matadores que, los tres actuaban en una sola tarde en la feria de San Isidro, de forma muy concreta para Javier Sánchez Vara que, el pobre, tras muchas reivindicaciones por torear en Madrid, al final había entrado por la puerta de la sustitución, pese a todo, una dicha para dicho diestro.

Uno de los seis "Pablo Romero" que se han quedado en los corrales
Su gozo, como se ha podido comprobar, ha quedado dentro de un pozo. La bendita lluvia, la que todos anhelamos, en este caso para Madrid, ha supuesto todo un barrizal en el ruedo de Las Ventas que ha dejado sin ilusiones a los diestros actuantes.
Los tres, sin duda alguna, necesitaban de dicha corrida, más que nada por aquello de conseguir el éxito. Era una única oportunidad y perderla supone para los toreros una decepción inmensa pero, claro, como hemos podido ver, ha tenido más peso la razón que el corazón. Un festejo como el programado para este día con los toros de “Pablo Romero” Partido de Resina en los corrales, era algo muy serio como para su celebración.
Repito que, por mal que les pese a los aficionados, a los toreros y a todo el mundo, ha triunfado la cordura porque de tal modo se ha evitado una posible tragedia que, conforme está el ruedo era algo muy probable. No se trataba de ninguna fiesta campera que, como tal, sí se hubiera podido celebrar; era una auténtica corrida de todos con la de problemas que la misma podía mostrar.
El solo hecho de pensar que pudiera salir como la de ayer y, encima, el ruedo totalmente embarrado, la aventura hubiera sido impredecible.
Me pongo en el lugar de los diestros y, no queda otra, el hombre propone y Dios dispone. ¿Se hubiera podido celebrar? La verdad es que se han celebrado festejos con más barro que el de hoy pero, además del barro eran otras circunstancias, por ejemplo cuando el festejo ya había comenzado, nada que ver con la realidad de este día.