S.I.18.- Llegaba la primera tarde rejones del ciclo y a la empresa no se le ocurrió otra cosa que acartelar a seis rejoneadores. Se supone que hay muchos compromisos y, además, que la voracidad de los que se consideraban figuras taponan huecos con sus deseos de exclusividad.

Diego Ventura con sus dos tardes en mano a mano impedía que hubiera dos huecos más en los carteles por terna y a la empresa se le ocurrió que lo mejor, dadas las circunstancias y la necesidad de los muchos compromisos, poner en fila a seis caballeros.

Paridad, españoles y portugueses en el paseíllo. Foto: Plaza1

Eso sí, en paridad. No, no es la paridad que exigen determinados políticos entre hombres y mujeres, aquí la paridad se refiere a tres caballeros nacidos en España y otros tres en Portugal. Lo que hacía que el paseíllo tuviera más colorido a través de la vestimenta a la Federica de los lusos.

Otro factor de la tarde fue la casi nula aceptación del público para asistir, pues no se llenó ni media plaza. La peor asistencia de las cinco tardes que llevamos de feria. Obvio también es decir que el cartel no interesaba y como a los abonados solo se les obligaba a sacar dos de las cuatro tardes de caballos, pues este cartel era el ‘patito feo’.

Luego la paridad llegó en la concesión de trofeos, una y una; eso sí, no fue para diferentes nacionalidades, las dos fueron para españoles.

Todos los demás actuantes estuvieron bien, solo silenciado el confirmante Telles, el resto agradaron a los espectadores y fueron ovacionados. En resumen, una tarde entretenida aunque corta en orejas para lo que suelen ser los festejos de estos días.